En la serena y tranquila ciudad de North Adams, Massachusetts, MASS MoCA ofrece una exhibición retrospectiva de la obra de James Turrell, Into the Light, que reúne instalaciones de luz que datan de diferentes etapas de las cinco décadas de carrera del artista de 74 años.
Debido a su amplia experiencia en psicología, matemáticas y a los años de investigación explorando y manipulando las formas en que los ojos y el cerebro procesan la luz y el espacio, Turrell es reconocido por ser un verdadero maestro creador de ilusiones.
Sus instalaciones exploran íntimamente la relación entre la percepción, la luz y el tiempo. Para algunos, la ausencia de arte expresado físicamente en sus obras —en forma de pintura o escultura— exige la pregunta de si realmente pueden ser consideradas como una forma de arte. En este sentido, Turrell ha sabido reconocer la desconexión que existe en el arte contemporáneo entre el público y el artista; «Por lo general, el público busca ver en una obra de arte algo que le guste y eso es lo último que un artista tiene en mente… No sé si creo en el arte. Ciertamente creo en la luz”.
La ilusión óptica creada por Turrell es mucho más científica que las serenas meditaciones surrealistas que sus espacios podrían sugerir.
En el recientemente inaugurado Edificio 6 de MASS MoCA, nueve salas han sido dedicadas para la exhibición de Turrell. La obra llamada Perfectly Clear (Ganzfeld), una instalación que ocupa dos pisos, es sin duda la pieza más importante de esta retrospectiva.
Al principio de su carrera, Turrell realizo experimentos basados en el efecto Ganzfeld («campo completo» en alemán) en los que el espectador experimenta una pérdida de percepción de profundidad al contemplar un campo uniforme y desprovisto de estructura, que carece de estimulaciones auditivas o visuales. Al día de la fecha, Perfectly Clear es la sala “Ganzfeld” más grande del mundo.
Al ingresar, el visitante recibe botines de papel para reemplazar su calzado y guías especializados lo escoltan hasta un gran espacio vacío e incoloro de paredes curvas, que gradualmente se va llenando de luz y colores cambiantes. Luego de unos segundos, se hace difícil discernir dónde comienzan las paredes y termina el techo. Al caminar, el visitante experimenta una extraña sensación de dirigirse hacia lo que parece una fascinante extensión sin fin.
Esta ilusión óptica creada por Turrell es mucho más científica que las serenas meditaciones surrealistas que sus espacios podrían sugerir.
El experimento de privación sensorial llamado Hind Sight (Dark Space) de 1984 guía al espectador a través de un pasillo oscuro, apoyándose en un pasamanos, hacia una cámara aún más oscura. Desprovisto de cualquier estímulo visual, el espectador se siente totalmente desorientado. Una vez sentado, el visitante pasa de 10 a 15 minutos esperando a que sus pupilas se dilaten por completo, hasta que comienza a notar la sutil presencia de una luz muy tenue. El objetivo de esta experiencia no es percibir lo que uno debe ver, sino lo que Turrell llama, «verse a sí mismo en el proceso de ver «.
La obra prestada por el museo Guggenheim Afrum de 1967 es uno de los primeros trabajos de Turrell en exhibición. Utilizada como un medio escultural, la luz es proyectada desde una esquina de la sala para crear una forma en el lado opuesto de la habitación: una suerte de cubo blanco que parece flotar en el rincón.
La exhibición Into the Light, estará disponible durante un plazo prolongado en el MASS MoCA. Se recomienda hacer reservas para ver Perfectly Clear, y Hindsight utilizando el sitio web del museo. ■