Veinte años después del genocidio que se cobró 800,000 vidas y desplazó a millones de personas en Ruanda, haciendo que los ojos del mundo entero se concentraran en este pequeño país del este de África, un grupo de artistas jóvenes, que comparten un maravilloso espíritu de sanación y reconciliación, se ha unido para lograr aliviar el dolor de su pueblo con diversas formas de arte.
Diez talentosos y jóvenes artistas se han pasado varios años creando con sus pinceladas diferentes mensajes de sanación en el Estudio de Arte Yego en Kigali, capital de Ruanda, iniciativa que ha atraído visitantes locales e internacionales.
Tony Cyizanye, artista nacido en Burundi y miembro de una familia de artistas, es el cerebro gestor de esta galería, que abrió sus puertas en el 2013 gracias a los fondos obtenidos con la venta de algunos de sus cuadros. Poco a poco Tony logró ir movilizando a diversos artistas locales y a miembros de la comunidad para transformar un viejo edificio abandonado en el centro de arte que es hoy día el Estudio Yego.
Diez talentosos y jóvenes artistas se han pasado varios años creando con sus pinceladas diferentes mensajes de sanación en el Estudio de Arte Yego en Kigali.
La obra de Cyizanye ha sido expuesta en diferentes espacios y eventos artísticos alrededor del mundo, incluyendo la Universidad de Columbia, el Día de las Naciones Unidas en el Hotel Milles Collines de Kigali y la exposición Survival 2011 en Bélgica. Tony ha trabajado también con niños de la calle en el mercado de Nyamirambo, uno de los puntos de encuentro de los artistas de Ruanda. Su mayor sueño es atraer a artistas visuales africanos y exponer su arte a un público cada vez mayor que encuentra su galería muy sanadora.
Desde pinturas de vegetación exuberante a otras que representan un enorme complejo de viviendas, todas con el mensaje de unión y amor, la galería pretende presentar en sus obras una Ruanda –bautizada a menudo como la tierra de las mil colinas– coherente que ha aprendido de los errores de su pasado, con un mismo: nunca más destacarse por sus atrocidades.
Especializada en el diseño y la confección de joyas tradicionales, Claudine Umulisa es una de las principales artistas del Estudio Yego. Hacer joyas tradicionales y coser a mano son su especialidad, algo que aprendió de su tío, artista y escultor. Al no haber en Ruanda escuelas profesionales de arte, la mayoría de los artistas suelen formarse bajo la tutela de veteranos en la industria, especialmente de las generaciones mayores que ya han dominado y perfeccionado su arte. Umulisa sueña que su obra sea utilizada por diseñadores locales e internacionales, y sabe que con su exposición en el Estudio Yego, éste deseo puede convertirse en realidad.
Otro de los principales objetivos de la galería es revertir la idea, tan arraigada entre los ruandeses, de que el arte es sólo para quienes han fracasado en la escuela o en la vida. En una sociedad que mide el éxito de un niño o joven según sus calificaciones o por la carrera que elige, la galería alienta a los padres a visitarla e interactuar con artistas de reconocimiento internacional. La idea es motivar a padres y niños a cultivar su talento y valorar una carrera artística como algo digno y satisfactorio.
La galería también organiza un “Live Painting”, evento que combina música, barbacoa y arte en vivo abierto a todos los amantes del arte que deseen participar. ■