Estambul, en Turquía, fue siempre una de las ciudades más atractivas de Europa y a lo largo de toda su historia ha representado la confluencia cultural entre Oriente y Occidente. Durante milenios, mercaderes, exploradores y hombres de negocios se han maravillado con su belleza ecléctica y han colaborado en su crecimiento hasta convertirla en una de las ciudades más pobladas del continente, con una población que ronda los 15 millones de habitantes.
Esta urbe de ensueño, descrita por millones de viajeros como “la más bella de Europa”, cuenta desde el 2014 con un oasis de lujo y relajación en medio de su ajetreado distrito financiero. Es el nuevo Raffles Istambul, que desde su inauguración llama la atención de propios y extraños por su exquisita decoración, su excelente oferta gastronómica y su atractivo principal: el amplio servicio de cuidados personales. Vea aquí nuestros consejos de cuidados personal y salud.
La temática central de la decoración del spa del Raffles Istambul es el agua que fluye en constante movimiento. Su piscina al aire libre ofrece vistas panorámicas inmejorables al imponente río Bósforo, mientras que su piscina de interior las luminarias realizadas en forma de gotas de agua forman un entorno acuático que invita a relajarse y sentir su constante fluir.
Los servicios de spa incluyen también áreas de sauna seca y sauna húmeda, baños turcos, diferentes alternativas de duchas —como la lluvia tropical o los baños de rocío—, así como estudio de Pilates y de yoga, gimnasio y salones de belleza. Unos 3.000 metros cuadrados (32.300 pies cuadrados) especialmente diseñados para ofrecer el más alto nivel de servicio de spa en un ambiente de lujo clásico, pero moderno.
Entre las 136 habitaciones y 49 suites de exquisita decoración destaca la suite Raffles, un imponente apartamento de 416 metros cuadrados (4.500 pies cuadrados) que incluye dos habitaciones con baño propio, sala de estar, escritorio privado, sala de entretenimiento, gimnasio, vestidores y un comedor principal. Como si todo fuese poco, la suite también cuenta con una terraza privada de 86 metros cuadrados (926 pies cuadrados) y espectaculares vistas panorámicas de la ciudad, chimenea y chef privado. Además, se ofrece a sus huéspedes excursiones privadas en yates de lujo y traslado al aeropuerto en el helicóptero del hotel.
La oferta gastronómica es de primer nivel: dos restaurantes de lujo y cinco bares perfectos para relajarse y tomar cócteles en ambientes finamente decorados. Su restaurante Rocca sobresale por sus especialidades, que incluyen una interesante gama de platos de estilo mediterráneo con claras influencias turcas. Por su parte, el restaurante Arola, dirigido por el chef Sergi Arola —cuyo restaurante Gastro de Madrid ha merecido dos estrellas Michelin—, ofrece un menú característico del chef español con platos de estilo tapeo, perfectos para compartir entre amigos o en familia.
Todos estos son los motivos que convierten al hotel Raffles Istambul en un oasis contemporáneo en el que el lujo, el diseño moderno, el esmerado servicio y un relajado confort son los protagonistas. ■