Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es la forma más generalizada del cáncer en mujeres, y se presenta tanto en pacientes de naciones desarrolladas como en aquéllos que viven en países en vías de desarrollo. Considerado como la principal causa de muerte, el cáncer de mama afecta a alrededor del 12 por ciento de la población femenina de Estados Unidos y a una de cada ocho mujeres en todo el mundo. Tener conciencia de la enfermedad, realizarse exámenes periódicos y mantener un control cuidadoso son factores esenciales para reducir los asombrosamente altos porcentajes de incidencia del mal. Cuando se detecta a tiempo, los pacientes de cáncer de mama tienen una supervivencia del 95 por ciento, pero la importancia de ofrecer prevención a las comunidades es vital para erradicar la mortalidad a causa de esta lamentable enfermedad.
“La incidencia de cáncer de mama está aumentando en el mundo en desarrollo debido a una mayor expectativa de vida, la creciente urbanización y la adopción de estilos de vida occidentales”, señala la OMS al explicar los riesgos detrás de la enfermedad y sus repercusiones en un futuro cercano. La entidad añade que la prevención es costosa, ya que el único método seguro de chequeo es a través de una mamografía, un procedimiento que se debe ofrecer a todas las mujeres, sin que importen sus ingresos. Pero debido a su alto costo, esta medida para salvar vidas es difícil de implementar para la economía de un país promedio.
Hacer campaña para que las mujeres tomen conciencia de la importancia de hacerse una mamografía anual también es un reto para la salud pública. Este hecho subraya aún más la importancia de los esfuerzos de sensibilización y prevención por parte de las empresas privadas. La firma Estée Lauder es la corporación pionera en el patrocinio de estas iniciativas. La cinta rosada, símbolo universal de la lucha contra el cáncer de mama, fue creada en 1992 por la desaparecida empresaria estadounidense Evelyn H. Lauder, vicepresidenta de Estée Lauder Companies, y por la periodista y escritora Alexandra Penney, directora de la revista Self.
Ese mismo año, el presidente Bill Clinton proclamó el 17 de octubre como el Día Nacional de la Mamografía, un proyecto que contó con el apoyo de la primera dama Hillary Clinton quien, junto a Lauder y Penney, fue una de las principales promotoras de la proclamación y de la campaña que se realizaría a nivel mundial.
La misión de Evelyn Lauder, según sus propias palabras, era encontrar una cura para el cáncer de mama, pese a que hasta el momento sólo se sabía que la prevención era fundamental. Desde entonces, el gigante de los cosméticos Estée Lauder se ha dedicado a la concienciación del cáncer de seno y al apoyo a la prevención a través de exitosas iniciativas en todo el mundo. Este año, su Breast Cancer Awareness Campaign (Campaña de Concienciación del Cáncer de Seno) presenta a cuatro familias de diferentes culturas, cada una con una historia de optimismo, que muestran cómo sobrevivieron y superaron la enfermedad. Estas historias de fe, amor y esperanza son una invitación al mundo a donar para la investigación, la educación y la ayuda para crear conciencia sobre el cáncer de mama.
La Campaña de Concienciación del Cáncer de Seno de Estée Lauder Companies ha recaudado más de 53 millones de dólares para apoyar la investigación, la educación y los servicios médicos, de los cuales se han usado alrededor de 42 millones dólares para financiar 166 proyectos de investigación de la Breast Cancer Research Foundation. ■