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Esther Blum no es la típica nutricionista que recomienda dietas rigurosas o programas estrictos y aburridos. Al contrario, la autora de los bestsellers «Eat, Drink And Be Gorgeous» y «Caveman Don’t Get Fat” prefiere un estilo ameno y divertido cuando sugiere dietas de largo plazo y prepara planes de vida para sus pacientes.
Para Blum, la empatía es fundamental, y por eso nunca le pide a sus clientes someterse a regímenes alimenticios que ella no seguiría. En sus libros, la dietista también comparte los problemas de salud que ha padecido, como el síndrome Epstein Barr, el insomnio y la intoxicación por mercurio, para que los pacientes sepan que ella ha estado en su lugar. La creadora del blog Living Gorgeous cree que es fundamental que sus pacientes conozcan estos detalles de su vida, ya que el proceso de cambio que van a vivir juntos es muy íntimo y deben establecer vínculos fuertes.
«Las personas sólo necesitan hacer uno o dos cambios en su hábitos y rutinas», señala la autora. «Pero el apoyo emocional que acompaña el proceso nutricional es lo que en verdad importa. Los pacientes se deben preguntar ¿Qué estoy comiendo?, pero también, ¿qué es lo que me está comiendo a mí por dentro?, y para atravesar ese proceso tienen que confiar en la persona con la que están trabajando».
Se podría decir que la vocación médica está en el ADN de Esther Blum. La nutricionista y coach de vida nació en el seno de una familia de doctores, pero desde muy pequeña decidió que no quería seguir ese camino. Se inscribió en un programa de nutrición clínica del que dice, «es una especie de grado médico sin los cursos intensivos de física y química”.
Después de graduarse de la universidad, trabajó durante cinco años en hospitales atendiendo pacientes que padecían enfermedades tan diversas como SIDA, diabetes y problemas cardiacos. Pero con el paso del tiempo, descubrió que un hospital es “una amante muy celosa» y que no deja espacio para otra cosa que no sea el trabajo. Blum sabía que quería algo más y decidió buscar un nuevo horizonte. Después de trabajar con un nutricionista holístico, abrió su propio consultorio y pronto conoció a su agente literario, que representa a las personalidades más reputadas del mundo de la salud y el bienestar.
Aunque escribir era lo que más trabajo le costaba durante la universidad, los pacientes de Blum fueron los primeros que la alentaron a compartir sus historias por escrito. Ellos amaban su sentido del humor, lleno de travesuras y juegos de palabras. Cuando un paciente relataba su mal comportamiento y se lamentaba de lo mucho que había comido, Blum soltaba frases como «Sí, comer puede ser como un encuentro sexual fallido: te metes cosas y luego te arrepientes y te sientes mal», lo que funcionaba inmediatamente para romper el hielo y relajar a los pacientes.
El doctor Robert Crayton, médico y autor que coescribió muchos de los exitosos libros del Dr. Atkins, le aconsejó a Blum que escribiera sólo sobre aquello que conocía bien. Blum siguió el consejo y escribió su primer libro sobre nutrición de manera divertida y accesible para todos. El éxito de ventas de ”Eat, Drink and Be Gorgeous» de Blum fue resultado de 15 años de experiencia en su consultorio, “Representa el trabajo diario durante años con mis pacientes y también representa entender lo que las personas realmente necesitan cuando vienen a consulta. Eso es lo que lo convirtió en un éxito de ventas tan grande».
Blum dice que las personas anhelan autenticidad y se quieren sentir conectadas con los demás. «Esa búsqueda supera incluso el conocimiento nutricional que viene en mis libros. Mi trabajo es ayudar a cambiar vidas y cambiar la manera en que las personas piensan sobre la comida». Al final, según Blum, se trata de “ayudar a mis pacientes con las decisiones que toman, de ayudarles a que se sientan mejor consigo mismos y de que se vuelvan adictos a ese sensación de bienestar”.
Compasiva, generosa y alegre. Estos son sólo algunas de los calificativos que se pueden aplicar a Esther Blum y que la han convertido en una experta en nutrición increíblemente exitosa cuyos pacientes saben que siempre está ahí para apoyarlos, sin importar lo que suceda. Para ella, esta conexión tan profunda que tiene con sus pacientes es lo que verdaderamente importa.■
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