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La creatividad es todo un estilo de vida, un camino llamativo pero a la vez complicado y desafiante pero que muchos decidimos seguir de todas formas. Cuando era niña, mi padre me animó a experimentar con distintas artes y manualidades. Él me regalaba suministros para crear todo tipo de cosas, desde rosas de seda y velas perfumadas hasta collares naturales con colgantes de cuarzo y conchas marinas. La pintura, el dibujo y los cuentos fueron los hilos que entretejieron mi niñez. Estas herramientas me sirvieron después para ver la vida desde una perspectiva creativa.
Ahora, escribo películas, pinto y rara vez siento aburrimiento. Cuando viajé a París por primera vez, en lugar de traer de vuelta el típico llavero de la torre Eiffel, o el tradicional souvenir turístico, yo preferí llevar bolsas de plástico en mi equipaje y las rellene con las hojas que caían de los árboles parisinos, para incorporarlas a una serie de pinturas tridimensionales. Ese es el tipo de cosas que nacieron de mi infancia creativa.
Si bien no me puedo imaginar viviendo de otra manera, también estoy convencida de que la creatividad es una habilidad que puede y debe ser cultivada. Como la legendaria escritora Maya Angelou dijo alguna vez: «La creatividad no se desgasta: cuanto más la usas, más tienes a tu disposición».
Al igual que Angelou, creo que la creatividad es una especie de fuente que brota dentro de todos nosotros. El ejemplo más claro de esto está en los niños. Como ellos son libres de explorar vastos territorios de la imaginación, algunos llegan al grado de crear mundos enteros imaginarios e invisibles. ¡De esa capacidad es la imaginación humana!
Nuestras mentes son infinitamente poderosas. El lado derecho del cerebro es donde radica la creatividad y la intuición, mientras que el lado izquierdo es mucho más analítico y metódico. En la vida diaria, utilizamos una combinación de ambas partes para funcionar adecuadamente. Si no estás expresando tu lado creativo, estás desperdiciando la mitad de tu capacidad cerebral. Diferentes estudios han demostrado que existe un vínculo entre la creatividad y el proceso curativo del cuerpo. El acto creativo también nos ayuda a expresar emociones que reducen el estrés en nuestra vida. La creatividad también nos permite pensar de maneras extraordinarias y nos da la libertad para generar nuevas ideas y resolver problemas.
Amplía tus perspectivas, expande tus posibilidades y despierta tu lado creativo con estos divertidos consejos:
Activa el lado derecho de tu cerebro
En su libro clásico, «Dibujando con el lado derecho del cerebro», Betty Edwards enseña cómo mejorar las habilidades artísticas a través de ejercicios dirigidos a fortalecer el lado derecho del cerebro. Un ejercicio básico es el «dibujo al revés», que Edwards demuestra al usar un boceto de Picasso. Para nuestros propósitos, elige cualquier ilustración: Gira la foto al revés. Usa una hoja de dibujo con mucho espacio y un lápiz. Comienza examinando las líneas, las formas, las luces y las sombras. No pienses en lo que es la imagen, solo enfócate en las formas y líneas, mientras dibujas lo que ves sin procesar lo que estás haciendo y dejarás de lado tu cerebro analitico para utilizar tu lado intuitivo.
¡Enfócate!
Por extraño que parezca, tomar una taza de café, seguida de una siesta, puede aumentar considerablemente la concentración. ¿Cómo funciona esta curiosa fomula? Estudios realizados en el Reino Unido y en Japón, arrojaron resultados impresionantes. Nuestra actividad cerebral produce una molécula llamada adenosina que aumenta a lo largo del día y nos adormece. El sueño, naturalmente elimina la adenosina mientras que la cafeína bloquea la absorción de esa misma molécula. Debido a que la cafeína tarda alrededor de veinte minutos en suritr efecto, y las siestas también duraron veinte minutos, los sujetos no experimentaron los efectos de la cafeína hasta que despertaron de la siesta ,así que despertaron con mucha energía y con todos los efectos benéficos de la cafeína.
Mindfulness o consciencia plena
Los niños pueden pasar horas absortos en libros para colorear. Como adultos, podemos reavivar esa chispa caprichosa a través de la experimentación y los juegos coloridos. Las investigaciones muestran que los libros para colorear crean cierto tipo de concentración que calma la mente y crea una sensación de alegría. Cualquiera que sea tu estética preferida, hay una variedad de temas y patrones para elegir en el mundo de los libros para colorear. así que toma crayones color carmesí, cobalto, jade y piérdete en la consciencia plena por un rato, como si fueras un niño otra vez.
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