¿Cuántas veces no escuchamos a nuestros amigos lamentarse de que no logran adelgazar pese a que no comen casi nada? Es un misterio que nos persigue y que aún no se ha resuelto. Nos hemos acostumbrado a pensar que la pérdida de peso es una simple cuestión matemática: contar el número de calorías que ingerimos y el de las calorías que quemamos. Pero ¿es así, en efecto? ¿Las calorías son realmente tan importantes? ¿Qué significa una caloría (lo que se especifica como “una unidad” / caloría en las dietas) y por qué esa unidad se comporta de la manera que lo hace?
Pongamos una caloría bajo un microscopio y echemos un vistazo a su complejidad. La idea de que las calorías son la parte más importante de la pérdida o del mantenimiento del peso, sin importar cuál es su fuente, es una gran falacia. De hecho, para aquellos que buscan perder peso, la fuente de esas calorías es mucho más importante que el número de calorías que consumen. Los científicos han comprobado ya que 90 calorías de brócoli, por ejemplo, difieren mucho de 90 calorías provenientes de una bebida gaseosa.
Cuando se trata de perder peso, es tan importante saber que no todas las calorías son iguales como conocer cuál es la fuente de los alimentos, ya que las calorías afectan nuestro metabolismo de forma diferente dependiendo de dónde vengan.
Los resultados de esta investigación no coinciden, para nada, con la idea de que una caloría es una caloría, lo que sugiere que la pérdida de peso no es sólo una cuestión de contar calorías. Este estudio, publicado en junio del 2012 en la revista Journal of the American Medical Association, ha demostrado que ciertos alimentos y dietas pueden ser mejores que otros para quemar calorías y ayudar a las personas a mantener su pérdida de peso.
Los investigadores sugieren que una dieta baja en carbohidratos—a diferencia de una dieta con bajo contenido en grasa o de bajo índice glicémico —son las mejores para no recuperar el peso perdido. Los participantes en el estudio consumieron todos las mismas 1.600 calorías al día, pero con dietas diferentes. A pesar de consumieron el mismo número de calorías, los participantes que hicieron el plan de alimentación bajo en carbohidratos quemaron alrededor de 300 calorías más al día que los que consumieron la misma cantidad calórica pero hicieron el plan bajo en grasa. Estos últimos quemaron, por otra parte, cerca de 150 calorías al día menos que los que siguieron el plan de bajo índice glicémico.
Los científicos también observaron que a menudo las personas adelgazan siguiendo la dieta baja en grasa, pero la gran mayoría termina recuperando enseguida el peso perdido. Esto se debe a que este programa puede frenar el metabolismo de una persona y hacer que su cuerpo no logre quemar calorías tan eficazmente como podría. Por lo tanto, la investigación demuestra que todas las calorías no son iguales desde un punto de vista metabólico.
Para bajar de peso, es definitivamente mucho más importante el tipo de comida que se consume que el número de calorías que ésta aporta, ya que todas las calorías interactúan de forma diferente en el sistema. Las calorías de hidratos de carbono, grasas y proteínas son en realidad iguales por definición— si nos fijamos en su contenido energético—, pero el cuerpo procesa cada una de una manera muy diferente, y es esta diferencia la que juega un papel vital en el control y en la pérdida de peso.
La Coca-Cola, por ejemplo, es el refresco más popular de la historia. Sin embargo, 7,5 onzas de Coca-Cola contienen alrededor de 90 calorías, muy diferentes a las 90 calorías provenientes de un vegetal, según los nutricionistas. Al consumir refrescos, el cuerpo absorbe rápidamente la glucosa y la fructosa, lo que aumenta el nivel de azúcar en la sangre. Esto causa una elevación del nivel de insulina, es decir, una respuesta hormonal que hace que el cuerpo almacene grasa en el vientre. Los altos niveles de insulina también aumentan la presión arterial y pueden causar otras consecuencias perjudiciales para su salud, incluyendo enfermedades del corazón.
Por otro lado, 90 calorías de brócoli producen una reacción bioquímica positiva en el cuerpo. Debido al alto contenido de fibra y bajo contenido de azúcar en el brócoli y en muchos otros alimentos similares, estas calorías se digieren más lentamente que las 90 calorías de un refresco o un chocolate, así que el misterio ha quedado resuelto: una caloría no es simplemente una unidad digital. Las calorías vienen en muchas formas y tienen diferentes comportamientos bioquímicos en el cuerpo, dependiendo de la naturaleza de los alimentos. Elija sus calorías sabiamente y podrá disfrutar de ricos alimentos y deliciosos sabores, sin acumular esos kilos no deseados. Como en todo lo demás, la calidad es lo que hace toda la diferencia.
Así que el misterio ha quedado resuelto: una caloría no es simplemente una unidad digital. Las calorías vienen en muchas formas y tienen diferentes comportamientos bioquímicos en el cuerpo, dependiendo de la naturaleza de los alimentos. Escoge las calorías sabiamente y podrás disfrutar de ricos alimentos y deliciosos sabores sin acumular esos kilos no deseados. Como en todo lo demás, la calidad hace toda la diferencia. ■
DR. LUIZA PETRE: Cardióloga y directora médica de tres clínicas de Medi-Weightloss®, especializadas en programas de pérdida de peso supervisada por médicoa. Vive y práctica en Nueva York. www.mediweightloss.com