Tenga cuidado este verano y retrase los signos del envejecimiento (por no mencionar el riesgo de cáncer de piel) con el uso del protector solar. Según el líder en dermatología cosmética, el Dr. Oscar Hevia, hay algunos datos sobre los protectores solares que debemos conocer, sobre todo ahora que tenemos el verano por delante:
Protectores solares químicos vs protectores solares físicos
Los protectores solares químicos contienen productos tales como la oxibenzona o el octocrileno, que absorben los rayos ultravioleta. Los protectores solares físicos, que reflejan los rayos ultravioleta o de dispersión, por lo general contienen óxido de zinc u óxido de titanio. Los filtros solares físicos se consideran más seguros, ya que carecen de ciertos ingredientes químicos que algunos expertos consideran como perjudiciales.
Amplio espectro
Los filtros solares más efectivos son los etiquetados como de «amplio espectro», lo que significa que protegen tanto de los rayos UVB (los que broncean), como de los rayos solares (UVA). Tanto los filtros solares químicos como los físicos tienen esa doble función.
¿Con qué frecuencia debe ser aplicado el protector?
Depende de cada caso. Durante la práctica de actividades recreativas, la protección solar se debe aplicar por lo menos dos veces a lo largo del día, incluso más si existe contacto con el agua. Los protectores solares de uso diario se ponen una vez por la mañana, como mínimo, siempre que la actividad no suponga muchas horas al aire libre.
Como siempre, recuerde:
La medida de prevención más eficaz es evitar la exposición al sol. No importa cuánto intentemos reparar o proteger nuestra piel ¡Lo más importante es no dañarla! Aunque los protectores solares pueden ser muy sofisticados a día de hoy, nunca son lo suficientemente buenos como para protegernos de los rayos nocivos. ■