Sam Robin y Francesco Caracciolo forman el equipo perfecto. Ella es una consagrada arquitecta de interiores responsable de algunas de las reformas más emblemáticas en South Beach, entre ellas el Hotel Colony en Ocean Drive, el magnífico y sofisticado Hotel Astor y el siempre fabuloso Hotel Delano. Él es un diseñador de muebles italiano que ha traído al sur de Florida, con sus impresionantes piezas, su conocimiento y experiencia en el mercado de diseño de muebles.
Ganadora de numerosos premios, la marca Robicara es el resultado del trabajo conjunto de estos dos genios del diseño. Fue concebida como una alternativa para los clientes más exigentes que huían de los muebles de producción masiva y buscaban piezas únicas que marcaran la diferencia.
Bajo la experta visión de Sam y Francesco hay un equipo de diseñadores que está constantemente en busca de nuevos materiales, acabados y soluciones. Este arduo trabajo se traduce en exclusivos diseños intemporales de piezas hechas a mano en Italia, en las que se pone especial cuidado a cada detalle, creando así muebles únicos y singulares.
Las piezas de Robicara exaltan la armonía entre el entorno humano y el mundo natural, y son el resultado de la combinación perfecta de diseño, ingeniería y fabricación. Con estas premisas se crean muebles personalizados, con acabados lujosos y materiales exóticos —como nácar, piel de mantarraya y maderas preciosas— que se adaptan a las preferencias de sus exclusivos clientes.
Ébéniste, el arte de la carpintería exquisita desarrollada en Amberes en el siglo XVII, influye y nutre las técnicas utilizadas en la producción de piezas de colección de Robicara. “El mercado está inundado de muebles chinos y vietnamitas, pero queremos volver al lujo accesible. Utilizamos siempre materiales nobles, raros y preciosos a precios asequibles, gracias a que hemos eliminado a los intermediarios”, dice Sam.
Después de años de vender sus productos a través de tiendas de lujo, este dúo dinámico decidió abrir su propia sala de exhibiciones en la nueva y próspera zona de Little River, un enclave artístico que atrae a otras marcas de lujo a la creciente escena del diseño de Miami. Su boutique tiene más en común con una galería de arte que con una tienda de muebles. La forma en que se exhiben sus piezas evidencia el cuidado que se ha puesto en la producción de cada objeto.
Esta soberbia sala de exposición se ha convertido en un centro de soluciones de diseño que va más allá de los muebles y accesorios. “Los clientes acuden a nosotros porque tienen un concepto en mente, pero no saben cómo ponerlo en práctica”, explica Sam. “Pasamos tiempo con ellos y pronto sus intereses comienzan a cobrar sentido en un plan coherente que refleje su personalidad. Nuestro objetivo es crear espacios y muebles que les ofrezcan un ambiente desde donde puedan crecer y perfeccionarse”.
Las piezas producidas exclusivamente por Robicara están destinadas al cliente que quiere definir su personalidad, con la certeza de que no son producidas en masa y de que se convertirán en reliquias que orgullosamente pasarán de generación en generación sin perder su valor. Son el tipo de objetos que veremos en subastas dentro de 20 años. “Nuestra producción es muy pequeña y a veces hasta llega a limitarse a piezas únicas. Nos enfocamos en superar las expectativas de la gente”, añade Francesco.
La marca se inspira en principios arquitectónicos modernistas como los del art déco y el Bauhaus. Caracciolo es más osado y ha introducido piezas emblemáticas como la credenza Wynwood, basada en la clásica arquitectura moderna que se observa con frecuencia en los edificios más elegantes de Miami.
Con años de experiencia en diseño de interiores y un sinnúmero de contribuciones a la siempre cambiante estética de diseño de esta ciudad, Robin y Caracciolo siguen creando ambientes únicos: atemporales, clásicos y vanguardistas. Sirio, la empresa matriz de Robicara, lleva el nombre de la estrella más brillante del firmamento. Es la puerta de entrada a otros mundos y significa verdad y armonía entre los seres humanos. Este concepto expresa el vocabulario de diseño de esta ejemplar empresa mejor de lo que podrían hacerlo mil palabras. ■