Cuando Ernst Döttling fundó en 1919 la cerrajería Döttling en Sindelfingen, Alemania, quizás jamás imaginó el éxito que alcanzaría su compañía casi 100 años después. Aquella empresa de cerraduras ha pasado muy hábilmente de generación en generación hasta llegar a las experimentadas manos de Markus Döttling, su actual propietario, quien representa a la cuarta generación.
Döttling fabrica de manera artesanal las más lujosas, finas y elegantes cajas fuertes del mercado internacional. Piezas únicas y sumamente seguras que se fabrican en el corazón de una región también famosa por acoger a firmas tan conocidas como Mercedes-Benz y Porsche.
Las cajas fuertes Döttling son las preferidas de un amplio y selecto grupo internacional de conocedores y entusiastas de la más fina artesanía cerrajera, quienes reconocen y valoran el estándar de belleza, calidad y seguridad con el que se elabora cada pieza. Restauradores, orfebres, cerrajeros, curtidores, pintores y especialistas en seguridad trabajan en equipo para crear una obra de arte única que cautiva por su funcionalidad y perfección.
De esta forma nace la lujosa caja fuerte Döttling Pauline, bautizada con el nombre de la hija mayor del dueño de la empresa, Markus Döttling. En su exterior, la Döttling Pauline es un homenaje al lujo extravagante de la belle époque, y su interior está minuciosamente pensado para satisfacer a una clientela sofisticada. Además de cajones perfectamente diseñados para joyas y documentos, cuenta con una caja de joyería portátil a la que se le puede acoplar un transmisor GPS.
Con un peso aproximado de 400 kilogramos, esta compacta caja fuerte para máxima seguridad, lujosa y opulenta en su apariencia, está diseñada especialmente para proteger los más preciados accesorios de lujo. Pero además de su belleza atemporal, Döttling Pauline seduce con sus innovadoras sutilezas técnicas, como el suave mecanismo de liberación de la tapa que cubre la unidad o el mecanismo de apertura que está primorosamente camuflado con un cinturón con hebilla.
Para su fabricación, los expertos de Döttling utilizan invariablemente pan de oro de 24 quilates, en matices que van desde el oro blanco hasta los de tonos rojizos similares al oro viejo. Los accesorios decorativos dorados son parte de un proceso de fabricación artesanal, arduo y laborioso, que requiere mucho tiempo y gran experiencia. Además, los maestros artesanos trabajan una gran infinidad de materiales para crear este producto: desde la más fina piel de becerro, de cebra o de cocodrilo, hasta las plumas de aves exóticas.
La súper elegante caja fuerte Pauline puede ser personalizada según los requerimientos del cliente, ya que es posible adaptar sus compartimentos especialmente para relojes, calzado, armas, copas y botellas. Su precio, por supuesto, varía según las modificaciones, pero el de la más sencilla comienza en 140.000 dólares. Ciertas adaptaciones especiales en los interiores de las gavetas, o en el acabado exterior con maderas nobles en vez de cuero de primera calidad, le añaden 7.500 dólares al precio básico. La conexión al sistema de alarma costará otros 5.300 dólares, y por los herrajes con acabado en oro de 24 quilates habrá que pagar 5.000 dólares más. La caja joyera para viajes con sistema de rastreo GPS integrado tiene un coste de 8.600 dólares extras.
Döttling Pauline es una obra de arte funcional construida para la eternidad que satisfará a todos los que aman los bellos detalles, los acabados perfectos, el lujo y la sofisticación.
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