“A lo largo de la historia de China, la gente siempre ha mantenido una relación armoniosa con la naturaleza, y esto se ha convertido en una parte importante de nuestra cultura y tradición”, explica Yansong. Para su diseño, el arquitecto tomó como referencia las legendarias pinturas en tinta de la ciudad de Huzhou que muestran espectaculares vistas de ríos, lagos y puentes en forma de herradura, elementos clave de la arquitectura tradicional china.
Dos torres curvas que convergen en la parte superior del edificio generan un perfil arqueado que se refleja en las aguas del lago. El propósito de Yansong era dar una imagen contemporánea que al mismo tiempo se integrara al ambiente circundante. Si bien sólo se ve el arco superior, el icónico edificio es en realidad un óvalo completo. Dos niveles subterráneos se conectan entre sí y con la estructura visible.
Las torres tienen más de 100 metros de alto (328 pies) y 116 metros de ancho (387 pies). Cuentan con 27 pisos que albergan 321 habitaciones y 44 suites, todas con vista al lago y equipadas con comodidades extremas como para hacer que el huésped se sienta mejor que en su propia casa. Internet de alta velocidad, pantallas LCD, iPods, muebles ergonómicos y espaciosos baños de mármol son algunos de sus servicios exclusivos. El gran conjunto conforma una superficie total aproximada de 311.000 metros cuadrados (3.347.576 pies cuadrados), que albergan también 39 villas y otros edificios independientes de las torres, destinados a restaurantes, salas de conferencia, espacios para eventos, gimnasio, spa, piscinas techadas y al aire libre. Las instalaciones incluyen además manantiales de aguas termales y un embarcadero para yates.
La línea curva es la predominante en los diseños de Yansong, y se mantiene armoniosamente en todos sus espacios, tanto interiores como exteriores. Una extrema exquisitez y buen gusto se destacan en el techo del vestíbulo, el cual está compuesto por 20.000 cristales de Swarowski y elegantes lámparas de cristal en forma de olas, hechas especialmente en Europa. Para completar el estilo, los diseñadores incorporaron citrina, un cuarzo amarillo que evoca la buena salud, utilizado en los techos y pórticos.
Como la piedra de jade es considerada en China un símbolo de pureza y elegancia, se aplicó este elemento en diferentes áreas, especialmente en los pisos, lo que agrega un toque de distinción a los interiores. El suelo del vestíbulo es de jade blanco de Afganistán, salpicado con detalles de piedra de ojo de tigre de Brasil.
Todo el diseño del edificio ha sido meticulosamente estudiado, pero el espectáculo comienza en la noche. Un sistema de luces LED que recubre a manera de malla su estructura exterior se ilumina y proyecta en el lago diferentes colores y texturas. Para Ma Yansong, sus edificios son “obras de arte públicas”. No hay duda de que el famoso arquitecto conjuga en su arte la estética china, el simbolismo y la modernidad. ■
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