El resultado de este trabajo en conjunto fue el Equanimity, un gigantesco y lujosísimo yate de 91,5 metros (298 pies) de eslora, con capacidad para 26 pasajeros y los 28 miembros de la tripulación. La nave cuenta con un camarote principal de enormes dimensiones que incluye estudio privado, sala de estar y de relajación, baños y una terraza de acceso exclusivo que tiene su propio jacuzzi. Para los invitados, la embarcación ofrece tres camarotes VIP de generosas medidas y espectaculares vistas, otros tres camarotes dobles y tres adicionales con dos camas individuales, todos con sus propios baños.
Con respecto a su estilo, el Equanimity ofrece espacios interiores amplios decorados a partir de materiales nobles —como la madera de wengué, el bambú y el mármol— que junto a los laminados de oro reflejan una decoración de inspiración claramente asiática, llevada a cabo por el celebrado estudio de diseñadores Andrew Winch Designs.
Aparte de sus amplísimos salones de estar y sus comedores, el yate destaca por sus comodidades dedicadas al bienestar corporal, que incluyen un spa con baño turco, duchas para masajes, piscinas de relajación, salón de belleza, sauna, sala de Pilates y un solárium que puede modularse para ampliar su espacio e integrarse a las cubiertas al aire libre. Todo esto se complementa con una impresionante piscina cubierta de 20 metros cuadrados.
La lista de comodidades requeridas por su propietario —un empresario de origen chino que ha preferido permanecer en el anonimato— también incluye un helipuerto, planchada de acceso directo al agua, sala de cine, iluminación subacuática, climatizadores en todos los espacios interiores, garaje y dos embarcaciones chinchorro de lujo: unos espectaculares Hodgdon Tender de 9,5 metros (31 pies) de eslora. Esta elegante mansión flotante también cuenta con sistemas de estabilización de velocidad cero que le ofrece un mayor confort a la navegación, además de su casco hecho de acero y aluminio, a partir del diseño Oceanco Ice Class E, que le permite navegar en aguas glaciares.
La nave cuenta con enormes tanques de combustible con capacidad para 271.000 litros (71.590 galones) y, gracias a sus dos poderosísimos motores MTU de 4.828 caballos de potencia puede alcanzar una velocidad máxima de 20 nudos.
El Equanimity, una joya de la ingeniería naval, se encuentra surcando los mares más exclusivos del mundo y es el ejemplo perfecto de la máxima personalización en superyates de lujo en la actualidad. ■