La residencia privada más cara de Escocia, que tiene además vínculos directos con María Estuardo – conocida en Escocia como Mary Queen of Scots y nacida en 1542 – está a la venta. Quien esté dispuesto a pagar US$ 8.729.280, puede aprovechar esta increíble oportunidad para convertirse en el dueño del castillo de Seton, que cuesta en estos momentos US$ 2 millones menos que cuando salió al mercado hace tan sólo unos meses. El afortunado comprador disfrutará no sólo de su moderna y suntuosa remodelación, sino que se convertirá en el propietario de un grandioso predio que cuenta con más de 800 años de historia escocesa y que ha recibido huéspedes de la realeza durante más de dos siglos.
El gran castillo se encuentra a tan sólo 13 millas al este del vibrante centro de la ciudad de Edimburgo, y se alza sobre 13 acres y medio de jardines señoriales, hermosos parques y bucólicos prados sobre los que pastan los caballos. Rodeado de frondosos bosques y colinas que se extienden a todo lo largo de la renombrada costa de golfo de East Lothian, es un refugio renacentista por excelencia con todas las comodidades modernas imaginables, como si fuera una fantasía hecha realidad.
La historia
Infinidad de personajes históricos han pasado por esta propiedad. Construida en 1789 por el aclamado diseñador y arquitecto Robert Adam con la misma piedra utilizada para el antiguo Palacio de Seton, se dice que fue el refugio favorito de la reina María de Escocia, quien pasó allí la luna de miel con su segundo marido, Lord Darnley, y recibió la visita de múltiples reyes, desde Jaime IV hasta Carlos II. De hecho, el castillo se yergue en el mismo sitio donde se encontraba antiguamente el palacio Seton, sede original de los Earls de Winton (condes de Winton), construido en el siglo XV por George Seton, cuarto conde de Winton.
Tras 75 años de abandono y en un estado de ruina total, la otrora impresionante edificación acabó siendo finalmente demolida, hasta que el coronel Alexander Mackenzie le encargó a Adam la reconstrucción del castillo al estilo neoclásico. La demolición fue, precisamente, la que le facilitó al arquitecto encontrar la piedra del antiguo palacio y reciclarla para construir el nuevo castillo.
Aunque Mackenzie murió en 1796, no mucho después de finalizar el proyecto, el conde de Wemyss adquirió la propiedad, que estuvo en manos de su familia durante más de dos siglos: hasta 2003. Habrían de pasar varios años hasta que sus actuales propietarios, Stephen Leach y su familia, la compraron en 2007 por unos 5 millones de libras esterlinas (US$ 10 millones) de acuerdo a la publicación Bloomberg, a la cual Leach aseguró que la propiedad es como una «cápsula del tiempo», ya que se conserva «intacta».
Los detalles arquitectónicos: una auténtica genialidad
El castillo Seton está considerado como el mayor logro de la carrera de Adams. Su toque magistral puede verse en las hermosas puertas curvas con paneles de roble, en los techos de yeso de impresionante terminación y en las espectaculares habitaciones con asombrosos ventanales. Hay además múltiples torretas, puertas ocultas, rincones secretos y escaleras que hacen el diseño aún más impresionante. Por si todo esto fuera poco, el castillo cuenta también con preciosas chimeneas diseñadas también por Adam y cuyo valor es, como asegura Leach, “más que lo que costaría un apartamento normal de dos dormitorios”.
El castillo hoy
Este majestuoso castillo, descrito como una «lujosa residencia familiar de 13 dormitorios», está exquisitamente renovado. La antigua piedra del palacio cobra un papel protagónico al combinarse magistralmente con la magnífica selección de tapicerías y telas y con los extraordinarios terminados del diseño, satisfaciendo las necesidades del estilo de vida más moderno mientras salvaguarda y rinde tributo al arquitecto y diseñador así como a sus artesanos.
Todos los herrajes y techos fueron restaurados con la máxima perfección a su estado original, se recuperó la hermosa escalera en espiral y se renovaron todos los servicios. El roble francés reemplazó al pino del antiguo piso, y se instalaron sistemas de seguridad y de entretenimiento, además de calefacción central de última generación colocada discretamente, por supuesto.
Entre otras características que merece la pena destacar se encuentra la enorme cocina doble de la prestigiosa marca AGA, numerosas ventanas que dejan entrar la luz natural a raudales, electrodomésticos “inteligentes” de última generación y más espacio de almacenamiento del que jamás te hayas podido imaginar. También hay que mencionar el opulento comedor tapizado en seda, un bar tradicional de estilo antiguo, una bodega de 10.000 botellas, una biblioteca, una amplia sala de billar y un cine, entre otros espacios que integran los más de 18.000 pies cuadrados habitables. Los terciopelos, las sedas más finas y las lanas escocesas, todas de algunos de los mejores diseñadores y telares del mundo, cubren y tapizan todos los rincones y muebles. La propiedad también posee un helipuerto para aquellos que quieran llegar a casa rápidamente y con estilo.
El terreno
Además de los siete dormitorios del castillo o residencia principal, hay tres propiedades separadas más en la propiedad que añaden seis dormitorios adicionales al total de 13 del inmueble. Cada una es una casita o una suite independiente con su propio nombre: The Hideaway, The Bothwell y The Darnley. Las dos últimas tienen cocina, sala de estar, tres dormitorios y un baño, mientras que la primera es especialmente romántica: una suite escondida en lo alto de una escalera de caracol de una torre.
Según un comunicado de prensa de la agencia inmobiliaria Savills, el terreno de 13 acres «está a la altura del castillo». Posee una puerta de seguridad y un larguísimo camino de entrada que permite avistar quién viene entrando; un antiguo puente de 500 años de antigüedad, explanadas cubiertas de césped, un comedor completamente aislado, zonas verdes y exuberantes praderas cuajadas de flores silvestres. También se pueden encontrar establos, todos muy bien renovados e incluso con espacio para que los animales den a luz. Y para quienes quieren aún algo más, adosado a los establos se encuentra el “Bar del Establo”, una típica taberna, pero privada, situada en el depósito de tachuelas original, junto a una cochera de gran tamaño.
Jamie Macnab, encargado del departamento de casas de campo en Edimburgo para Savills, destacó en un comunicado que el castillo es sin lugar a dudas «uno de los más significativos e impresionante de Escocia» a la vez que «un hogar sumamente cálido y acogedor», gracias a la inversión y la dedicación de sus recientes propietarios. Pero las palabras no son suficientes, definitivamente, en este caso. ¿Cómo describir semejante maravilla? Esto es algo que tendrás que comprobar tú mismo con tus propios ojos. ¡Ver para creer!