Lulu Flynn era un Shih Tzu enano de cuatro años, cuatro kilos de peso y su dueña era la experta en entretenimiento, Lara Shriftman. Se la regalaron Kelly Rowland y Serena Williams y aunque Lara nunca había tenido un perro antes, uno de sus mejores amigas, Lara Flynn Boyle, tenía una Shih Tzu llamada Greta Garbo, al que Lara adoraba. Por eso Lulu Flynn, resultó algo mágico en su vida. Cuando Lulu Flynn era cachorro, Lara tenía cada vez más trabajo en la televisión. De manera que, a medida que la perrita fue creciendo, su entrenamiento no tuvo por objetivo que aprendiera a sentarse, sino que aprendiera a posar frente a la cámara.
El set televisivo se convirtió en el hábitat natural de Lulu Flynn, una perra de pequeño tamaño pero de enorme personalidad. Lulu Flynn era una estrella. Sus fiestas se han visto en el The Today Show, en Extra, y en la CW, y en revistas como Star, W, LA Confidential, Quest, Hamptons, The Daily y Forbes.com. Lulu Flynn también colaboró en Hollywood Life, LA Confidential, Mom Logic y azureazure.com. Miembro de la Jet Set Internacional, Lulu Flynn desarrolló el gusto por las comodidades más refinadas y los servicios personalizados.
Llegó a lanzar su programa canino en el “One Bal Harbour Resort & Spa”, su segundo hogar cuando estaba fuera de Miami. Lulu Flynn y One Bal Harbour estaban asociadas con Share-A-pet, una organización que proporciona terapias certificadas a los animales confinados en hospitales, hogares de la tercera edad o centros infantiles. Además, lanzó un libro The Ultimate Dog Party y una línea de tarjetas de felicitación. Lulu Flynn vivía entre Beverly Hills, Nueva York y One Bal Harbour y trabaja en las oficinas centrales que Harrison & Shriftman tiene en Los Angeles.