La leyenda cuenta que si dos enamorados bloquean un candado en la barandilla de un puente, su amor se sellará para siempre. El escritor Federicco Moccia consiguió que está práctica se convirtiera en un fenómeno de masas, ya que en uno de los pasajes más famosos de su Best Seller «Scusa ma ti chiamo amore», la pareja protagonista colocaba un candado con su nombre en uno de los puentes más famosos de Roma, tirando la llave al agua para que su sentimiento fuera eterno. Recientemente, nuevos candados han aparecido en Canadá, a lo largo de una senda natural en la isla de Vancouver, así como en el Puente Humber de Toronto.
Cada día, cientos de enamorados sellan su amor con candados en centenares de lugares del mundo. Se podría decir que incluso forma parte de los puntos turísticos obligados de las parejas cuando visitan ciudades donde se encuentran estos famosos puentes.
En forma de joya
Como homenaje a este ritual, la prestigiosa casa francesa Louis Vuitton ha diseñado la colección Lockit con este elemento como protagonista. Quince piezas, entre las que destacan las pulseras que como sistema de cierre tienen un candado; anillos con este símbolo, y elegantes collares de los que cuelgan joyas con esta forma y que incorporan la llave que consigue abrirlo.
Desde los inicios de La Maison, este símbolo ha sido uno de sus emblemas más representativos. Ya el primer modelo, el Steamer Bag, se cerraba con un candado, y en muchos de los accesorios actuales de la firma incorporan esta forma tan funcional como elemento decorativo.
La romántica colección Lockit ya está disponible en todas las tiendas Louis Vuitton. ■