No es solo Carrie Bradshaw o Imelda Marcos. Hay muchas mujeres que viven obsesionadas con llevar la última moda en sus pies, y destinan una habitación completa a su colección de zapatos.
Para ellas, el Museo de Fashion Institute of Technology de Nueva York ha preparado una exhibición de 150 creaciones de calzado titulada “Shoe Obsession”, que permanecerá abierta hasta el 13 de abril.
Entrada de la exposición.
Con diseños creados durante los últimos 10 años, desde los más recatados a los más extravagantes, y con más de 50 nombres de diseñadores internacionales, el FIT ha logrado reunir piezas de los más exclusivos nombres como son Manolo Blahnik, Roger Vivier, Salvatore Ferragamo, Givenchy, Christian Louboutin, Nicholas Kirkwood y Alexandre Birman y casas como Balenciaga, Azzedine Alaïa, Chanel, Prada, Tom Ford y Alexander McQueen. Pero también hay sitio para nuevos nombres o prometedoras firmas en el sector como Andreia Chaves, Kei Kagami, Noritaka Tatehana o Marieka Ratsma.
Galería principal.
Y todo ello otorgando a cada calzado la importancia que necesita, valorándose como auténticas piezas de arte y exhibidos en largas vitrinas de cristal.
Con Velerie Steele y Colleen Hill como curadoras, la exhibición muestra las colecciones de mujeres tan obsesionadas con sus pies como la diseñadora de joyas Lynn Ban, quien posee más de 800 pares de zapatos en su colección personal, o la fashionista Daphne Guinness, conocida por su extravagancia en el vestir y en su gusto a la hora de elegir calzado.
La muestra examina la cultura, fascinación y obsesión creciente por los más extravagantes diseños que ya ha llegado al extremo de considerar que un zapato con 4 pulgadas de tacón es “bajo”.
Si se intenta dar una explicación al por qué de esta obsesión por el calzado, muy pocos han podido obtener resultados. Esta pieza del ropero femenino ha dejado de ser un mero complemento en el vestir para convertirse en un objeto de deseo. Quizás porque el calzado puede decir mucho de la persona que lo lleva, su personalidad, sus gustos y hasta su nivel social. O porque no hay que tener medidas de modelo para poder acceder a lo último de la moda. Algo que no ha pasado inadvertido para diseñadores y firmas internacionales de moda, que cada vez se concentran más en sus líneas de calzado. Y que ha hecho que almacenes de lujo como Saks Fifth Avenue, en Nueva York, hayan dedicado la planta octava de su edificio exclusivamente para calzado.
La exhibición hace las delicias de los apasionados al calzado y se acompaña además con la publicación de un libro de ilustraciones publicado por la editorial Yale Press con motivo de la muestra. ■