No ha sido hasta hace poco tiempo que, para mi sorpresa, me he dado a conocer como artista. No sé dibujar, no sé pintar, no soy escultora y mi ojo artístico no va mucho más allá de lo que mi madre, amante del arte, me ha enseñado. Entonces ¿Cómo és que me llaman artista? Algo de lo que nunca me había dado cuenta es que la gente del mundo de la cocina, los chefs, somos considerados como parte integral del mundo del arte. Se requiere una mente muy hábil y artísticamente creativa para mantener el paladar intrigado y hacer que los comensales regresen. Para crear la presentación o elegir los ingredientes de un plato, un cocinero tiene que estar inspirado artísticamente para crear y sorprender. Por eso decidí mirar atrás, indagar en algunas de las pinturas más famosas y maravillosas de la historia y explorar de qué forma me han inspirado en la cocina.
Raya blanca. Mark Rothko, 1958 o el Macaron de Frambuesa
Los dos bloques de color frambuesa rodeando de lo que parece un relleno de crema, me sugirió de manera inmediata un macaron de frambuesa. No era difícil imaginar esta delicia francesa tras contemplar esta obra maestra de Rothko.
Ingredientes [Para 16 macarons]
3 claras de huevo
55 gr de azúcar
200 gr de azúcar en polvo
120 gr de almendras de tierra
½ cucharadita de extracto de frambuesa
Colorante rosa
60 ml de crema
150 gr de chocolate blanco
6 frambuesas frescas
Modo de preparación
Para los macarons, precalentar el horno a 300˚F y forrar la base de una bandeja con papel de hornear o papel encerado. Asegúrese de que las almendras molidas son tan finas como sea posible, pasándolas a través de un molinillo de especias. Mezclarlas con azúcar en polvo y reservar. Mientras tanto, en una batidora eléctrica provista de una pala para batir, bata las claras de huevo a velocidad media hasta conseguir unos bordes suaves, agregue el azúcar mientras sigue batiendo hasta conseguir una pasta homogénea. Agregue el extracto y una pizca de colorante de alimentos hasta que se mezclen (cuidado con los colorantes porque tienden a ser muy fuertes). A continuación, con la mano vaya incorporando el azúcar en polvo y la mezcla de almendras en tandas de tres. Asegúrese de que la mezcla esté ligeramente líquida y forme un triángulo cuando la espátula se levante. No lo trabaje demasiado o los macarons no mantendrán su forma. Luego, coloque la mezcla en una manga pastelera equipada con una punta de ½ pulgada y haga círculos de unos 4 cm en la bandeja de hornear. La parte más importante del proceso de elaboración de macaron es dejar que las galletitas reposen durante al menos 30 minutos antes de colocarlas en el horno, hasta que se haya formado una cáscara que se pueda notar con el dedo. Hornear durante unos 12-18 minutos, girándolos una vez. Para el relleno: hacer una crema hirviendo la nata, verterla sobre el chocolate blanco e ir incorporando las frambuesas finamente cortadas. Una vez fría, rellene la mitad de la manga pastelera y vaya rellenando con una mano y cerrando con la otra, formando un sándwich en miniatura. Consejo: si bien los macarons se pueden comer de inmediato, saben mucho mejor dos días después. Esto permite que los sabores e ingredientes se mezclen bien.
Noche estrellada. Vincent Van Gogh, 1889 y merengues de limón
El movimiento de las nubes esponjosas me recuerda a la textura ligera y delicada de un merengue. Los círculos amarillos que imitan el reflejo de las luces de las estrellas, nos recuerdan la perfección del clásico merengue de limón.
Ingredientes [Para 15 merengues]
3 claras de huevo
150 gr de azúcar
2 cucharaditas de ralladura de limón
1 cucharadita de zumo de limón
Procedimiento
Precaliente el horno a 230˚F. En una cacerola ponga el azúcar con el agua suficiente para lograr una textura de arena mojada. Añadir la ralladura de limón y el zumo y dejar hervir. Una vez que la mezcla llegue a 240˚F, en una batidora eléctrica provista de una pala para batir, bata las claras de huevo a velocidad alta hasta que alcancen una textura espumosa. Cuando la pasta de azúcar alcance los 250˚F, vierta lentamente el azúcar en la batidora mientras el mortero esté en funcionamiento. Deje que la mezcla suba hasta que el recipiente se enfríe y los merengues estén a punto de nieve. Coloque la mezcla en una manga pastelera con punta de estrella y forme merengues de unos 4 cm haciendo un movimiento circular. Hornee durante una hora o hasta que esté listo.
Las Meninas. de Diego Velázquez, 1656 y las magdalenas
En este caso, el postre en cuestión no es tan obvio. Este cuadro es un autorretrato del artista mientras pinta al heredero del trono español con la Infanta Margarita Teresa de España, la Princesa Real y su séquito en el palacio. En este caso, la cotidianidad de la escena y la paleta de colores del personaje principal me recordó a la luminosa, dulce y hermosa delicia francesa, la magdalena (madeleine en francés): un bizcocho exquisito que nació para las clases altas y que, sin duda, es digna de los paladares más principescos.
Ingredientes [Para 20 magdalenas]
2 huevos
2/3 taza de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
½ cucharadita de cáscara de limón rallada
1 taza de harina
10 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida
¼ cucharadita de sal
Procedimiento
Hágase con un molde especial para magdalenas, úntelo con mantequilla, espolvoréelo con harina y precaliente el horno a 375˚F. En una batidora eléctrica provista con una pala para batir, bata los huevos y el azúcar a velocidad media, hasta que el azúcar esté bien disuelto. Agregar el extracto de vainilla, la cáscara de limón y la sal. Luego, poco a poco, incorpore la harina en dos veces asegurándose de no trabajar demasiado la mezcla. Añadir la mantequilla derretida y enfriada mientras el mortero esté funcionando y mezclar hasta que conseguir una pasta homogénea. Vierta la mezcla sobre el molde y hornee durante unos 15 minutos o hasta que esté esponjoso y ligeramente dorado. ■