Conocer el arte que se ha producido en el mundo, desde sus principios hasta el día de hoy, ya es posible. La única manera, claro está, es virtualmente, y Google nos ha facilitado esa tarea con tan sólo pulsar unas teclas y sentarse frente a la pantalla de tu ordenador. El fenómeno digital se llama Google Art Project y contiene más de 32.000 obras del arte mundial que seguirán creciendo, como en el caso de Wikipedia.
“Pocas personas del mundo pueden enorgullecerse de haber visitado las principales obras de arte de la historia en su totalidad”, lee la promoción de Google, que intenta por este medio “democratizar la cultura”.
Actualmente, el portal contiene 184 colecciones que pertenecen a 151 centros de más de 40 países con esculturas, pinturas, fotografías y arte urbano. Entre las colecciones del catálogo se encuentran: 180 obras del MOMA de Nueva York, 59 obras del Museo Reina Sofía, 27 del Museo Thyssen (Madrid), 159 del TATE Britain de Londres, 174 del Museo de Arte Islámico de Qatar, 255 piezas del Museo d’Orsay de París, 181 de la Galería Nacional de Arte de Washington y 22 obras del Hermitage de San Petersburgo.
Además de las colecciones que pueden visitarse en los museos y otros espacios abiertos al público, Google Art Project muestra obras que pertenecen a coleccionistas privados y que normalmente no están expuestas al público.
Recientemente ha sido noticia la incorporación de los Museos Capitolinos de Roma, es decir, los museos del Vaticano. Contiene 152 obras con pinturas, esculturas y audio-guías con información detallada de sus colecciones. Google Art Project utiliza una cámara de fotografía con una resolución de 7.000 megapíxeles que posibilita ver las obras al detalle. Compare esto con la vida cotidiana: la cámara del Iphone 5 tiene 8 megapíxeles y consigue buenas fotos, así que imagínese qué hará una cámara de 7.000 megapíxeles. Ésta es similar a la que Google utiliza para el programa de mapas de Street View.
Si a usted le apasionan las artes plásticas y visitar las principales pinacotecas mundiales es uno de sus intereses, cuando entre por primera vez a Google Art Project puede sentir el vértigo que se vive cuando está por primera vez frente a un Greco o a un Van Gogh. Haga una prueba y entre en una de las salas de los Museos Capitolinos a través de Google Art Project: el visitante no verá sólo una foto de las pinturas, esculturas o cualquier otra pieza que esté en su catálogo, sino que visitará la sala del museo en la que se encuentre la pieza. Obtendrá una vista en plano paralelo que le mostrará en qué sala del museo se encuentra (esto es muy útil si usted va a visitar el museo tiempo después). Podrá “andar” por la sala, mover la cámara, acercarse, alejarse, quedarse horas si lo desea frente a una pieza y observarla desde la perspectiva que desee.
El proyecto, aunque cuenta con la aprobación de los museos que han ido incorporándose (no podría ser de otra manera), suscita ciertas reservas e incluso rechazo por esa idea de “democratizar” y dejar a coste cero el disfrute de la cultura.
Sin embargo, éste no es un buen argumento: los interesados en visitar los museos no dejarán de hacerlo por mucho que las obras puedan verse en Google Art Project o, incluso, en la web de los museos como ha ocurrido hasta el inicio de este proyecto. Podría considerarse hasta motivador, de la misma manera que lo sigue siendo viajar a Nueva York aunque se tenga Google Maps en el teléfono.
Sin embargo, Google Art Project tiene un pequeño inconveniente y no se sabe si llegará a subsanarlo: sus omisiones.
Google Art Project no posee la integridad de los museos que ha ido incorporando a su catálogo, ni tampoco todos los grandes museos del mundo. Contiene una selección de obras, de piezas, de salas de los museos que han accedido a formar parte del proyecto. Bajo el criterio que se ha hecho la selección, es posible que no esté la obra que usted desee ver o la sala que usted quisiera visitar. Ello denota un compromiso con algunas reservas de los museos que han aceptado la propuesta de Google. ■