El Porsche 918 Spyder, presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en el 2010, fue el primer híbrido de la marca alemana construido para proporcionar potencia con precisión. La ligereza y la rigidez de su fibra de carbono reforzada con estructura de plástico, proporciona un consumo muy bajo de energía en relación al peso. En este modelo, la potencia proviene de tres fuentes: un motor V8 con una potencia de más de 500 CV, y un motor eléctrico sometido a tensión permanente en los ejes delanteros y en los traseros. A la capacidad híbrida de este coche se puede acceder mediante el motor de combustión o por el motor eléctrico, situado en la parte trasera. La unidad de control de accionamiento gestiona la distribución de la energía. A través de la función Eboost, se pueden accionar ambos motores y lograr una velocidad de 198 km/h.
Utilizando sólo el motor eléctrico, el coche puede alcanzar una velocidad de 93 km/h en buenas condiciones. Un aspecto genial de la interacción de estos motores es que el motor de combustión puede accionar el motor eléctrico, y éste, a modo de generador, cargará la batería de iones de litio. Además, cuando el coche está en fase de recuperación, la energía cinética que pierde durante el arranque de propulsión, en realidad no se pierde, sino que se conserva y se convierte en energía eléctrica. El resultado es que el 918 acerca los dos extremos: un rendimiento para conducción extrema y un consumo de combustible bajo. ■