Limpie su cara para quitar la arena, el sudor y el aceite. El duro calor del verano provoca sudoración, lo que conduce a la suciedad y a que el aceite se pegue en la piel. Esto crea puntos negros, espinillas poco favorecedoras y poros obstruidos. Use un limpiador suave para eliminar cualquier rastro de suciedad, arena y aceite, dejando la piel fresca, radiante y lista para la cámara.
No castigue su piel sólo para lucir bronceado. Obviamente, esta es una cuestión difícil, especialmente durante el verano. Sin embargo, hay que hacer todo lo posible para evitar una exposición solar intensa. «Nada acelera tanto el envejecimiento como los rayos ultravioleta», advierte el Dr. Hevia.
Elija un protector solar seguro. Si pasa tiempo al sol, no olvide la protección solar. ¿La mejor apuesta? Filtros solares inorgánicos, que contienen óxido de zinc o dióxido de titanio. Son mucho más seguros que los protectores solares orgánicos tradicionales. Según el Dr. Hevia: «Los filtros solares orgánicos contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales para nuestras hormonas.» Con filtros solares inorgánicos, el cuerpo no absorbe las sustancias químicas que están presentes en los protectores solares orgánicos. Así que ¡A comprar una buena cantidad y aplicar generosamente!
Beba mucha agua. Mantenerse hidratado, especialmente en climas cálidos, no sólo es importante para la piel, sino también para la salud en general.
Lleve una bolsa de playa ligera eligiendo con cuidado el contenido. Una vez llena la bolsa de playa con agua, bocadillos y revistas, no hay mucho espacio para los productos del cuidado de la piel. Pero recuerde: deje afuera cualquier cosa, menos esto: una loción de uso múltiple para el cuerpo, que mantiene la piel suave y flexible después de la exposición al agua salada, el cloro y las actividades del día a día. Lo mejor de todo es que la crema se puede utilizar en las manos, el cuerpo, el cuello y la cara. ■