Hans Stern, de origen judío, llegó con su familia a Brasil a los dieciséis años escapando de la persecución nazi. En 1945, a los 22 años de edad, fundó “H. Stern Jewelers”, un pequeño negocio de joyas localizado en el puerto de Río de Janeiro, punto de llegada de los cruceros internacionales que recalaban en la ciudad carioca. Poco tiempo después abrió una pequeña sucursal en un hotel de lujo de la ciudad, y desde entonces ha venido expandiéndose hasta convertirse en una marca de referencia en el mercado internacional de la joyería.
Es de destacar el papel innovador que ha tenido H. Stern en la joyería de las últimas décadas. La marca brasileña ha trabajado a lo largo de su historia con piedras como aguamarinas, amatistas, topacios, citrinas y turmalinas, tradicionalmente desechadas por los joyeros, abriendo el camino a su uso en todo tipo de joyas. En 1961, fue la única firma latinoamericana invitada a la exposición internacional de joyería moderna organizada por el Victoria and Albert Museum de Londres.
En 1980 la actriz francesa Catherine Deneuve fue la musa de una de sus colecciones, cosechando un gran éxito con ella y convirtiéndose en la primera joyería del mundo en lanzar colecciones inspiradas en personalidades famosas. El llamado show del trueque ha sido otra de sus originales aportaciones. Gracias a esta nueva idea, los clientes de H. Stern pueden cambiar cada año las piezas de oro de la firma que ya no quieran como parte de la compra de una nueva joya. Esta política ha tenido tanto éxito que ha sido copiada por otros joyeros, tanto de Brasil como de otros países. También han creado campañas audaces ampliamente elogiadas, y catálogos que se han exhibido en museos y galerías.
En 1995, fecha de su cincuenta aniversario, H. Stern lanzó un ambicioso programa de reinvención. Roberto Stern tomó el control creativo de la empresa, lo que significó cancelar lo ostentoso que imperaba en el estilo de la casa hasta entonces, en absoluto de moda, y apostar por el diseño, tan importante o más que el color o tamaño de la piedra, y por la sencillez y elegancia de las líneas rectas. Con este movimiento, H. Stern se hizo más joven sin por ello renunciar a sus raíces, marcando tendencia una vez más.
Su sede en Ipanema (de 42.000 metros cuadrados —más de 452.000 pies cuadrados— y el mayor espacio construido para la fabricación y comercialización de joyas del mundo) es la cuarta atracción más visitada de Río de Janeiro, recibiendo cada mes más de 10.000 visitantes.
H. Stern, que cuenta con joyerías en las principales capitales del mundo, diseña joyas que adornan a mujeres tan bellas y elegantes como Katie Holmes, Sharon Stone, Angelina Jolie o Uma Thurman.
Algunas colecciones a destacar son Niemeyer, inspirada en las obras del famoso arquitecto brasileño Oscar Niemeyer; Grupo Corpo, basada en los movimientos de la prestigiosa compañía de danza Grupo Corpo, y Sutra, firmada en colaboración con la famosa diseñadora de moda Diane von Furstenberg. Entre sus colecciones más recientes destacan Burle Marx, Geometric Code, Signature HS, Moonlight, Ancient America, Iris, Copernicus, Sketches by H Stern, Genesis H. Stern, King & Queen y las colecciones Stars y Fluid Gold. ■
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