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Cuidar la apariencia ya no es algo superficial como se hubiera pensado hace años. Los efectos que el sol y el medio ambiente tienen sobre la piel son cada vez más evidentes y severos, y dañan sobre todo el rostro, que es nuestra carta de presentación.Hoy, el cuidado de la piel ha dejado de ser un mero capricho y se ha convertido en una necesidad. Pocos son los profesionales que logran cumplir lo prometido y entregar algo más que la ansiada fuente de la eterna juventud: una piel realmente saludable. Uno de ellos es el doctor Harold Lancer.
La pasión del Dr. Lancer por el cuidado de la piel nace en su infancia y la originó un accidente con agua hirviendo que le provocó quemaduras severas que tardaron meses en sanar. El accidente dejó marcas en su piel. Pero también provocó la fascinación por la dermatología, una pasión que lo ha acompañado durante toda su vida.
Graduado de la Universidad de California en San Diego, el Dr. Lancer completó su residencia en dermatología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y, posteriormente, se ganó una beca en cirugía plástica en el Hospital Tel Hashomer de Tel Aviv, Israel. También fue profesor durante 10 años en la Universidad de California en Los Ángeles.
Hoy, al cabo de casi tres décadas de labor profesional, el Dr. Lancer se siente orgulloso de su trabajo y del respeto que se ha ganado por no ser “alguien al que sólo se va a ver para un rejuvenecimiento con láser o un tratamiento para la celulitis”. “Cuando usted no puede recordar cómo diagnosticar el pénfigo, por ejemplo, entonces está dañando la profesión. Ante todo, debemos ser médicos, después especialistas”, opina.
En Rodeo Drive, una de las calles más emblemáticas de Beverly Hills, y flanqueado por nombres como Giorgio Armani y Ralph Laurent, se encuentra Lancer Dermatology, el centro dermatológico especializado al que acuden las celebridades antes de una alfombra roja o una sesión de fotos para recibir un tratamiento más que personalizado: exclusivo.
Desde líneas de expresión o quemaduras por el sol hasta condiciones más severas, no hay imposibles para el Dr. Lancer. Fue él quien rehabilitó exitosamente la psoriasis que Kim Kardashian pensó iba a terminar con su carrera. Denise Richards es fanática de sus mascarillas de placenta, algo que quizás no suene muy glamoroso, pero basta ver el rostro fresco y juvenil de la actriz para saber que funciona. Además de sus credenciales académicas, al Dr. Lancer lo respaldan años de investigaciones realizadas para poder brindarle a sus pacientes un tratamiento acorde a sus necesidades. Por ejemplo, la combinación de técnicas ancestrales —como la acupuntura— con una microdermoabrasión o un peeling químico, para lograr el balance ideal para cada tipo de piel.
A esto se añade el LANCERx Skincare, la gama de productos desarrollados por el Dr. Lancer y su equipo de especialistas, que complementa el tratamiento recibido en la clínica y resume en tres sencillos pasos la base del Método Lancer: pulir para separar las células dañadas, limpiar para deshacerse de las células muertas y nutrir para ayudar a la piel a elevar sus niveles de antioxidantes y proteínas.
Los resultados son evidentes, como bien lo pudo constatar la genial Oprah Winfrey: “En tan solo dos semanas noté un gran cambio”, aseguró tras someterse al tratamiento. Claro que el “gurú de la piel” de la mujer más poderosa de la televisión estadounidense tampoco hace milagros y uno debe aportar su grano de arena. No importa cuántas veces acuda a su clínica o siga su método, un fumador compulsivo o alguien que no usa bloqueador solar nunca verá desaparecer las marcas de expresión. En palabras del Dr. Lancer: “Cuidar la piel ayuda a lucir mejor. Si además se sigue un estilo de vida saludable, tenemos la combinación ganadora”.■