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Patrick Blanc es un botánico francés conocido en el mundo entero por ser el iniciador del movimiento de los jardines verticales. Su increíble visión lo ha llevado a idear creativos y fascinantes proyectos arquitectónicos en los que incluye la vegetación donde jamás nadie hubiera imaginado: en las fachadas de los edificios o en sus paredes y paneles verticales interiores.
Cuando Patrick Blanc era un adolescente, a finales de la década de 1960, concibió por primera vez un jardín vertical como una especie de filtro biológico para su acuario tropical. Más tarde, durante sus años universitarios, visitó el este de Asia y sus selvas tropicales, donde observó de cerca sus especies vegetales acuáticas.
Fue entonces cuando decidió dedicarse al estudio de la botánica tropical. Su pasión por las estrategias de adaptación de la vegetación en los trópicos le sirvió de tema para su tesis de graduación, con la que ganó el Premio de Botánica de la Academia Francesa de Ciencias en 1993. Fue durante estos años que Blanc desarrolló su concepto de jardín vertical, el cual finalmente patentó.
“¿Realmente las plantas necesitan tierra para subsistir? La respuesta es que no, porque la tierra no es más que un apoyo mecánico. Sólo el agua y los muchos minerales disueltos en ella, son esenciales para las plantas, junto con la luz y el dióxido de carbono necesarios para realizar la fotosíntesis”, explica Blanc cuando se le pregunta sobre el tema.
Patrick Blanc es un botánico francés conocido en el mundo entero por ser el iniciador del movimiento de los jardines verticales.
Los biólogos y demás especialistas en la materia saben que las plantas en su hábitat natural crecen en superficies verticales, sobre todo cuando el agua está disponible durante todo el año. Lo mismo ocurre en los bosques tropicales, donde las plantas pueden crecer en los troncos y ramas, así como en acantilados de piedra caliza, cuevas, cascadas o en las laderas de las montañas. Estas situaciones, que en principio pueden parecer sorprendentes, son el hábitat ideal para muchas especies vegetales.
Por lo tanto, siguiendo los dictados de la naturaleza, es posible que las plantas crezcan en superficies verticales, casi sin suelo, siempre y cuando haya un suministro de agua permanente. Las paredes y las plantas son para Patrick Blanc una excelente combinación, pero sólo cuando hay un buen diseño, pues si las raíces crecen en el interior de una pared construida por el hombre, puede dañarla seriamente y causar su destrucción. “Eso es precisamente lo que ocurrió con los bellos templos de Angkor en Camboya”, comenta el botánico.
Para que esto no ocurra, Blanc ha ideado su concepto de jardín vertical como una segunda piel del edificio, haciendo que las raíces de las plantas sólo se extiendan en la superficie de la estructura vertical y dejando intacta la pared interna. Plantas y arquitectura interrelacionándose en perfecta armonía.
Según el concepto ideado por Blanc, el sistema de soporte de la planta es muy ligero y, por lo tanto, puede ser implementado en cualquier pared, sin que importe su tamaño. Su jardín vertical se puede configurar tanto en interiores como en exteriores, y la selección de especies las establece de acuerdo con las condiciones climáticas del entorno.
El jardín vertical de Blanc está compuesto de tres partes: una estructura metálica, una capa de PVC y una capa de fieltro especial. La estructura de metal se cuelga en una pared o puede dejarse en pie. Esta estructura proporciona una capa de aire que actúa como sistema de aislamiento térmico y fónico muy eficiente. La lámina de PVC, de 1 centímetro de espesor, completa la estructura de metal. Esta capa aporta rigidez a toda la estructura y la hace impermeable.
Finalmente, la capa de fieltro de poliamida se adhiere al PVC. Este fieltro es imputrescible y su alta capilaridad permite una distribución homogénea del agua. Las raíces crecen sin problemas en el fieltro, y el riego se realiza desde la parte superior. Todo el peso del jardín vertical, incluyendo las plantas y la estructura de soporte, es inferior a 30 kilogramos por metro cuadrado. Por lo tanto, el jardín vertical de Blanc se puede implementar en cualquier pared, de cualquier tamaño y sin limitación de altura.
El jardín vertical es un refugio para la biodiversidad y un sistema de limpieza para las ciudades. Gracias a su efecto de aislamiento térmico resulta muy eficiente para reducir el consumo de energía en los edificios, tanto en invierno como en verano. También es una forma eficaz de limpiar el aire, pues las raíces y todos los microorganismos relacionados con ellas están actuando como un amplio ecosistema de limpieza.
Gracias al innovador concepto creado por Patrick Blanc, la naturaleza se integra a la arquitectura urbana de una manera armónica, fluida y natural. Estas maravillas se han levantado y pueden ser apreciadas en diferentes sitios del mundo, desde el vestíbulo del Icon Hotel de Hong Kong y la espectacular librería Dussmann das KulturKaufhaus de Berlín, hasta el bello complejo Life Marina de Ibiza, el Grand Palais de París y el Pérez Art Museum Miami. ■
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