Dymitr Malcew.
Con sus proyectos, Malcew inventa espacios —como islas que descansan sobre el agua— inspirados en la naturaleza que los rodea, con rincones abiertos para convertir la experiencia de vivir sobre el agua en un encantador capricho. “El objetivo principal era diseñar una casa que provocara el mínimo impacto sobre el entorno, pero que al mismo tiempo ofreciera una experiencia innovadora de vida”, explica Malcew. “Todas las habitaciones están diseñadas para ofrecer el máximo de conexión visual con el paisaje circundante.”
Cada una de sus creaciones es única. Malcew respeta las condiciones del clima y del entorno y tiene un especial cuidado en personalizar los materiales y los detalles para generar un ambiente a la medida del que lo habita, quien, además, gracias a la base flotante de la estructura, puede desplazar la casa de un lugar a otro de manera sencilla.
Quizás sea Holanda el lugar donde el diseño de este tipo de casas haya progresado con más celeridad. En muelles y puertos se levantan palacios flotantes cada vez más ambiciosos. Diques, embarcaderos y muelles enmarcan uno de los proyectos más sofisticados: la villa flotante de Steigereiland en Ijburg, Ámsterdam, diseñada y construida por el arquitecto Marlies Rohmer. Como piezas de una ciudad troquelada que sólo se conecta por líneas de agua, las tres plantas de cada casa exhiben terrazas y paredes de cristal abiertas al paisaje, y esconden habitaciones bajo la línea de flotación donde sumergirse entre los reflejos del sol.
Marlies Rohmer.
También Berlín, en Alemania, esconde entre sus aguas la gracia de Modern Houseboat, la casa flotante ubicada a orillas del lago Rummelsburg, al este de la ciudad. De diseño expresivo y estimulante, cada habitación mira al lago y los ventanales inmensos del techo al piso consiguen la ilusión de fundir el exterior con los muebles de colores. Aunque el blanco de los interiores y la madera de las vigas generan bellos ambientes, el rincón verdaderamente mágico es la plataforma exterior que enmarca el frente de la casa flotante y se pierde en las aguas del lago.
Gracias a los reflejos del agua, que multiplican la luz natural, sus terrazas y un diseño exquisito, estas casas flotantes han conseguido crear una nueva forma de habitar el mundo. ■
FOTOS:
MARLIES ROHMER: Marcel van der Burg / Luuk Kramer / Roos Aldershoff Fotografie