La Bienal de Arquitectura de Venecia es un espacio de referencia en el arte contemporáneo. Bajo el título de Fundamentals, su decimocuarta edición se inauguró el 7 de junio pasado y mantendrá sus puertas abiertas durante los próximos seis meses, hasta el 23 de noviembre del 2014.
La Bienal del 2014 es sobre arquitectura, no hay pabellones exclusivos de arquitectos estrella, según ha explicado el comisario de esta edición, el holandés Rem Koolhaas, premio Pritzker en el 2000. De hecho, una sola frase ocupa toda la contraportada de su catálogo: “Architettura non architetti”.
En un recorrido a través de los últimos 100 años de la historia de la arquitectura, esta edición de la Bienal de Venecia cumple con una exigencia de su comisario: hablar del pasado y del futuro y no centrarse solo en el presente. Y es que para Koolhaas, la arquitectura actual es ficción. Precisamente por ello, encargó a los países participantes centrarse en los fundamentos de la arquitectura: “el techo, el suelo, la pared que todo arquitecto ha empleado en algún momento de su carrera”. Lea aquí más sobre arquitectura, casas y decoración.
El concepto ideado por Koolhaas consiste en tres exhibiciones interrelacionadas que se presentan en dos sedes: Il Giardini -o jardines venecianos- y la nave de Corderie en Arsenale, un antiguo astillero de la ciudad. En este complejo artístico de 46.000 metros cuadrados es donde los 65 países participantes presentan sus pabellones.
Por primera vez, y bajo el título de Absorbing Modernity: 1914-2014, los pabellones nacionales han tratado de adherirse a una línea temática para describir cómo se han borrado las improntas arquitectónicas en favor de un lenguaje único, moderno y sostenible. De todo ello, surge un diálogo entre historia y arquitectura que sintetiza una visión global encaminada hacia una estética única. “La modernización es un proceso global que afecta a todos los países y que está marcando las tendencias arquitectónicas que dominarán las construcciones del futuro”, explica Koolhaas. “Por eso pensé que era importante hablar de modernidad en esta bienal”.
También por primera vez, otras bienales y festivales de Venecia —como los de danza, música, teatro y cine— colaboran con la Bienal de Arquitectura. Así, con la mirada puesta en Italia como un país “fundamental” y emblemático, Mondoitalia presenta la riqueza arquitectónica que Italia ha legado a las nuevas generaciones. Cada proyecto —entre un total de 82 películas, 41 trabajos arquitectónicos y la fusión de la arquitectura con otras artes— aborda temas particulares y únicos, pero en conjunto forman un retrato integral del país anfitrión. A la entrada de esta exhibición, e ideada por el propio Koolhaas, una instalación luminosa, conformada por miles de bombillas de vidrio de colores y 15 kilos de cristal de roca Swarovski, evoca las fachadas renacentistas de los palacios venecianos.
Por su parte, Elements of Architecture es una mirada minuciosa a los fundamentos de nuestros edificios, utilizados por cualquier arquitecto, en cualquier lugar y en cualquier momento: desde el suelo, la pared y el techo hasta la ventana, el balcón, la chimenea y la escalera. Cada elemento ocupa una sala, comisariada por un arquitecto o un equipo de arquitectos.
Además, a esta edición se agrega una serie de eventos autónomos que se despliegan por toda Venecia. Es el caso de BCN Re.set, el proyecto de la Fundación Enric Miralles en el que han trabajado varios arquitectos de todo el mundo para modernizar la ciudad española de Barcelona. Otro imperdible es el pabellón de la región Antártica, que consigue construir puentes entre disciplinas e instituciones para explorar modelos de vida —presentes y futuros— en la región polar. ■