Jeff Koons es un artista estadounidense que ha marcado el camino del arte pop contemporáneo de los últimos 30 años. La extravagancia que reviste tanto su vida privada como su obra ha sido objeto de mucha controversia, pero sin duda ha captado la atención de los coleccionistas y la admiración de los amantes del arte en todo el mundo. Su matrimonio con la política italiana y estrella porno Ilona Stalle, conocida como la Cicciolina, y el astronómico precio alcanzado por una de sus piezas, el Balloon Dog, vendida en 58,4 millones de dólares, son dos buenos ejemplos del excentricismo que envuelve a este genio contemporáneo.
(I) Popeye. Cortesía Sotheby’s.
(D) Jeff Koons. Cortesía David Shankbone.
Demostrando una vez más el valor de mercado de su obra y lo atractivo que resulta Koons para los coleccionistas, el magnate del juego y coleccionista de arte Steve Wynn adquirió recientemente un ejemplar de la serie Popeye de Koons por la suma de 28,13 millones de dólares. Con cifras como esta, no es de extrañar que Koons se encuentre entre los artistas más ricos del momento.
Se trata de una espectacular escultura de dos metros de altura, realizada íntegramente en acero inoxidable pulido de textura espejada. Esta figura de casi una tonelada de peso fue realizada por el artista entre los años 2009 y 2011 en una serie compuesta por tres ejemplares. La obra plasma en cuerpo completo al icónico marinero, inmortalizado con su pipa distintiva, su típico atuendo, su brazo izquierdo flexionado con el tatuaje a la vista en su bíceps y, como no podía ser de otra manera, sus espinacas, fuente del poder que lo hizo famoso. Todo esto incluido dentro de una estética que responde claramente a la utilizada por el artista en sus esculturas metálicas previas que, a simple vista, comunica el estilo y la imagen que distingue a Koons.
Popeye. Cortesía Sotheby’s.
Este es el tercero y último ejemplar de su serie Popeye. Su flamante propietario se suma al distinguido grupo de millonarios formado por el megamarchante Larry Gagosian y el magnate inversionista Steve Cohen, quienes poseen las otras dos piezas.
La obra fue exitosamente ofrecida al público por la reconocida casa de subastas Sotheby’s en la noche denominada Contemporary Art Evening Auction. Según Alexander Rotter, su curador: “Popeye representa el principio y el final del arte pop. Siempre hubo algo especial en el pequeño hombre que lo convirtió en algo gigante”. Con anterioridad, este histórico personaje de los dibujos animados también había sido retratado por artistas de la talla de Andy Warhol y Roy Lichtenstein.
Steve Wynn planea exponer su Popeye en alguno de sus hoteles o casinos. Si su dueño cumple con su promesa, en un futuro será posible disfrutar de esta espectacular escultura en alguno de nuestros viajes de placer a Las Vegas. ■