En el año 2012, el ayuntamiento de la ciudad de Roma se percató de que sus arcas municipales carecían de fondos y de que algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad se estaban —literalmente— cayendo a pedazos. Necesitaban ser restaurados urgentemente. Ante los hechos, el entonces alcalde Gianni Alemanno, de la coalición Forza Italia, tomó la difícil decisión de permitir la publicidad en algunos de los monumentos de Roma con el objetivo de recaudar fondos para restaurar su inmenso patrimonio cultural. La oferta de Alemanno fue inmediatamente copiada por otros alcaldes de importantes ciudades italianas, como Venecia y Florencia.
Fontana de Trevi.
En poco tiempo, la desesperada petición de los alcaldes de estas importantes urbes tuvo su fruto, y grandes nombres de la moda italiana como Tod’s, Fendi, Gucci o Diesel, no sólo aprovecharon la oportunidad única de ofrecer su publicidad en lugares tan apreciados como el Coliseo y la Fontana de Trevi de Roma, el puente Rialto de Venecia o el Palacio Vecchio de Florencia, sino que también acordaron que era el momento propicio para invertir su dinero con el fin de preservar algunos de los monumentos más bellos de su país.
Diego Della Valle, propietario de la firma Tod’s, ha invertido un total de 32 millones de dólares para rehabilitar el Coliseo de Roma. Un proyecto que durará varios años y cuya primera fase finalizó el pasado mes de julio. Della Valle ha declarado a la prensa que para él ha sido todo un honor ayudar a preservar uno de los monumentos más famosos del mundo, porque considera que el arte y la cultura, así como la gastronomía y la moda, son los auténticos símbolos de Italia.
Coliseo.
Uno de los grandes problemas de las admiradas fuentes de Roma es la humedad, que poco a poco, y a lo largo de los siglos, ha ido minando la majestuosidad de las insignes estatuas de piedra creadas por grandes artistas del Renacimiento italiano. “Fuentes que sirvieron de inspiración para artistas de todos los rincones del mundo”, comentó Silvia Venturini Fendi en el 2013, al anunciar, junto con Karl Lagerfeld, que invertiría 2,8 millones de dólares en darle la prestancia perdida a la famosísima Fontana de Trevi, uno de los íconos de la Ciudad Eterna. Desde hace unos meses, los andamiajes forman parte de unas delicadas obras realizadas por múltiples artesanos que durarán alrededor de dos años.
Gucci, por su parte, está invirtiendo más de 430.000 dólares en la restauración de unos importantes tapices renacentistas que formarán parte del Salón de los Doscientos, situado en el Palacio Vecchio de Florencia. Renzo Rosso, fundador de Diesel, pondrá todo su empeño —y su dinero— para darle el brillo y el esplendor que se merece el romántico puente Rialto de Venecia, una ciudad que le vio crecer en sus años universitarios y por la que siente un enorme afecto. Las obras de restauración comenzarán en 2015.
Puente Rialto.
Mientras el Estado italiano hace lo que puede para intentar salvaguardar el enorme patrimonio histórico-artístico de la nación, las grandes fortunas de la moda se han convertido en mecenas del arte para intentar que su pasado y su presente pervivan. También es un gesto que les ensalza, pues gracias a ello, las generaciones venideras seguirán asombrándose con los enormes tesoros que encierra Italia. ■