Con el crecimiento vertiginoso de su economía en los últimos años, en China proliferan los hoteles, restaurantes y atracciones turísticas que reconfiguran el espectro de servicios del país, ofreciendo nuevas alternativas de lujo impensadas hace menos de dos décadas. Lo más reciente de esta infraestructura es el espectacular complejo turístico Sunrise Kempinski en el lago Yanqi, al norte de la zona urbana de Beijing. Este soberbio resort de 14 kilómetros cuadrados (5,4 millas cuadradas) incluye múltiples hoteles de lujo, 14 restaurantes, diversos spa, áreas de recreación, marinas y hasta una isla privada. Abrirá sus puertas en el mes de enero del 2015.
Pero, sin duda, la joya de este atractivo complejo turístico es su sorprendente estructura central: el hotel Sunrise Kempinski, diseñado por el reconocido arquitecto chino Zhang Hai Ao en colaboración con un grupo de expertos de distintas latitudes que aportó al proyecto conceptos actuales de la arquitectura occidental. El resultado ha sido un edificio de 97 metros (318 pies) de altura colmado de símbolos. Visto de frente, su estructura ovalada evoca el sol naciente, que simboliza la prosperidad que vive el país; de costado, su diseño achatado nos recuerda una ostra, símbolo de la riqueza cultural china y, por último, la inmensa entrada en su fachada —como la boca abierta de un pez— evoca el continuo desarrollo local y su historia de éxitos. Vea aquí nuestra selección de hoteles y destinos en todo el mundo.
El espléndido edificio, que se levanta a orillas del lago, está íntegramente revestido por paneles de vidrio espejado dispuestos con el ángulo adecuado para que los pisos inferiores reflejen el agua del lago, los pisos medios reflejen las montañas circundantes y los pisos superiores reflejen el cielo durante todo el año. Por la noche, estos 10.000 paneles de vidrio son iluminados por un sistema LED alimentado por electricidad generada mediante un sistema hidráulico.
Además, las tecnologías ecológicas más avanzadas del mundo se han aplicado en la construcción de este edificio, desde el uso de energía limpia al 100 por ciento, el calentamiento del agua a través de la energía solar y el tratamiento seguro de los desechos domésticos, hasta el reciclaje de los residuos, el tratamiento de las aguas negras y la conservación de los suelos y recursos hídricos.
El “hotel del sol naciente”, con un total de 18.075 metros cuadrados, cuenta con 21 pisos y 306 habitaciones delicadamente decoradas. Su diseño interior, a cargo del estudio estadounidense DiLeonardo Design, combina un mobiliario de lujo de estilo europeo con detalles decorativos netamente orientales. Entre una amplia oferta de habitaciones, la suite presidencial —de 338 metros cuadrados— destaca por sus dos dormitorios, su lujosa sala con un piano de media cola, su comedor para 12 personas, su estudio privado y, sobre todo, por su impresionante vista del lago. El precio: 4.500 dólares la noche.
En general, el complejo Sunrise Kempinski cuenta con 12 pequeños hoteles boutique que ofrecen un total de 178 habitaciones —un promedio de 14 habitaciones por cada pequeño hotel—, ideales para quienes disfrutan de la intimidad y el contacto con el medioambiente.
Este hermoso proyecto, desarrollado en apenas 24 meses, ofrece una opción de lujo en medio de los subyugantes paisajes chinos, a tan solo 60 kilómetros (37 millas) de Beijing, la capital. Sin duda, un nuevo destino que bien vale la pena visitar. ■