Si tuviera que elegir solamente un lugar en el que alojarme en Francia, sin dudarlo, optaría por el Château d’Esclimont, uno de los más lujosos y exclusivos hoteles perteneciente al grupo Small Luxury Hotels of the World. Son muchos los alicientes que posee este fastuoso alojamiento, pero fundamentalmente me agrada por su historia y el maravilloso lugar donde se encuentra. Vea aquí nuestra selección de hoteles y destinos en todo el mundo.
Château d’Esclimont es uno de esos lugares ideales para el descanso durante un fin de semana. Se encuentra a tan sólo una hora de París y es usual que personalidades de la política, las artes y las altas finanzas lo elijan como retiro después de una ardua semana de trabajo. Se trata de un rincón romántico y una verdadera joya de la arquitectura renacentista. Situado entre Chartres y Rambouillet, y muy cerca de Versalles, está emplazado en pleno corazón de un magnífico parque protegido de 60 hectáreas, rodeado de un foso y un estanque.
Fue construido en 1543 por Etienne de Poncher, arzobispo de Tours, en el valle del Domaine de Esclimont. Más tarde, en 1580, Philippe Hurault, Conde de Cheverny, se convirtió en su propietario y con posterioridad pasó a manos de Claude de Bullion, consejero del Parlamento en tiempos de Enrique IV y primer presidente del Parlamento de París bajo el reinado de Luis XIII. Sus últimos propietarios fueron la familia Rochefoucauld hasta su venta al grupo hotelero Grandes Etapes Françaises en 1981.
El Château d’Esclimont dispone de 52 habitaciones de cinco categorías diferentes: una suite exclusiva, suites Junior, Deluxe, Tradicional y Estándar. Tiene alojamientos situados en el interior del castillo o en sus históricas casas de campo: Trianon, Tour des Gardes y Pavillon des Trophées. Con agradables vistas sobre el parque, el foso, el patio o el propio castillo, las habitaciones están decoradas con elegancia y ofrecen todas las comodidades modernas.
En el interior del castillo se ubica el famoso restaurante La Rouchefoucald, dirigido por el chef Romain Grasso, quien trabajó anteriormente en importantes restaurantes como Le Bristol. La Rouchefoucald ofrece alta cocina tradicional francesa con interesantes notas de modernidad, además de una selección de más de 400 vinos. Tiene dos hermosos comedores y dos salones más íntimos, además de una agradable terraza para comer y cenar en temporada de buen tiempo.
Por otra parte, el Château d’Esclimont dispone de dos pistas de tenis, piscina climatizada al aire libre y rutas para ciclistas y senderismo, así como la posibilidad de practicar piragüismo en la zona. Además, el hotel se encuentra a muy pocos kilómetros del fastuoso Palacio de Versalles, residencia de los reyes de Francia durante siglos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y conocido por su imponente arquitectura y sus interminables y cuidados jardines.
Una visita a Château d’Esclimont en Francia es una gran oportunidad para conocer mejor la historia de este gran país. ■