Cuando Lourdes López fue nombrada directora artística del Miami City Ballet en el 2012, declaró a The New York Times que quería traer a jóvenes coreógrafos e introducir nuevas obras al repertorio de la compañía. Las obras nuevas “obligan a los bailarines a liberarse, a pensar de forma diferente”, dijo. “Es un desafío para el público. Me gustaría ver más de eso”. Ciertamente, está manteniendo su promesa.
Justin Peck.
La temporada 2014-2015 del Miami City Ballet llegará a su fin el 27 de marzo, con el estreno mundial de Heatscape, una nueva obra de Justin Peck. Uno de los coreógrafos más renombrados de la actualidad, Peck también es conocido por desmantelar la percepción de que el ballet es elitista e inaccesible. La obra de 35 minutos cuenta con 17 bailarines y se basa en la imaginativa música cinematográfica del Concierto No. 1 para piano del compositor checo Bohuslav Martinů.
Pero no nos engañemos, todo en Heatscape refleja la ciudad de Miami. Inspirado en la vibrante imaginería de los grafitis de Wynwood, el ballet es una colaboración con el icónico artista gráfico Shepard Fairey, quien está a cargo de la escenografía para la producción. Las estrellas de Miami City Ballet Tricia Albertson, Renan Cerdeiro, Patricia Delgado y Kleber Rebello bailaran los roles principales en el debut de la obra. El éxito de esta nueva pieza radica en llevar el ballet hacia nuevos e inesperados horizontes.
Wynwood es el nuevo enclave artístico de Miami. Una vez en ruinas y abandonada, el área, situada entre el centro de Miami y el Design District, es ahora el motor creativo de una ciudad en constante reinvención. Durante la última década, un grupo de visionarios coleccionistas y galeristas plantó la semilla de un nuevo y moderno distrito de arte que hiciera justicia a la floreciente comunidad artística de la zona. Conservando el ambiente urbano del antiguo barrio, los artistas comenzaron a pintar las paredes de los almacenes, que con el tiempo se han ido convirtiendo en galerías y tiendas. Este sentido de libertad creativa ha producido algunos de los más bellos murales.
Peck y Fairey están entusiasmados ante la perspectiva de ampliar su alcance creativo mediante un trabajo conjunto. Para Peck, “la danza es un punto de encuentro de diferentes medios artísticos”, mientras que Fairey reconoce ser “un gran admirador de las colaboraciones multidisciplinarias” y se enorgullece de emular a algunos de sus héroes, “como Robert Rauschenberg, quien trabajó con Merce Cunningham”, confiesa.
El ballet Heatscape de Justin Peck ya ha ganado considerable atención en el panorama artístico nacional. El pasado 18 y 19 de enero estuvo incluido en la serie Works & Process del Museo Guggenheim de Nueva York, dos meses antes de ser programado para su debut en el Miami City Ballet. Peck, Fairey y López discutieron el proceso creativo y los bailarines de la compañía interpretaron fragmentos de la obra en una única y magistral puesta en escena antes del tan esperado estreno mundial. Un gran comienzo para lo que podría convertirse en un clásico de la compañía, ya que el programa del Guggenheim da a conocer al público los creadores e intérpretes de las obras por venir, así como un avance de lo que los expertos consideran serán las mejores coreografías del próximo año.
Heatscape se aleja de los ballets clásicos y románticos y evita el crudo minimalismo de la danza moderna. A cambio, nos presenta la danza clásica —que inspira y desafía nuestra percepción del arte y el movimiento— en una explosión de color que ilustra fielmente el nuevo rostro de la Ciudad Mágica. ■