En los últimos años, la República Popular de China ha experimentado una suerte de “occidentalización”, y uno de sus objetivos ha sido desarrollar llamativas edificaciones en sus principales ciudades para ofrecer nuevos atractivos turísticos. El exponencial crecimiento económico experimentado por el gigante asiático en los últimos años ha favorecido el desarrollo arquitectónico chino, que ha ido paralelo al surgimiento de una nueva y pujante aristocracia local que gusta de los lujos y el esparcimiento de calidad internacional. En respuesta a este nuevo nicho de mercado, en China han surgido decenas de proyectos hoteleros, gastronómicos y de servicios que buscan satisfacer esa demanda premium, posibilitando la construcción de megaproyectos como el Sunrise Kepinski Hotel, en el lago Yanqi, o el Castle Hotel, en la región de Dalián.El proyecto del complejo Greenland Qingpu Xujing destaca por su poderoso impacto visual debido a sus líneas orgánicas futuristas inspiradas en un trébol. La galería de tiendas muestra una arquitectura similar a la de una embarcación, con paneles fijos metálicos y de vidrio que forman una suerte de proa y popa e incluyen una nave central de planos irregulares superpuestos que le dan un perfil dinámico de enorme atractivo. En el interior, la galería cuenta también con techos vidriados que ofrecen una espléndida luz natural.
Desarrollado por el estudio de arquitectos Aedas y diseñado por el reconocido arquitecto chino Wai Tang, el distrito funciona como un nodo social en el que el hotel Primus de cinco estrellas y el centro comercial estimulen las visitas al complejo, mientras que el diseño de circulación peatonal dirige a los visitantes, de manera orgánica, hacia el Centro de Convenciones y Exhibiciones, integrando la totalidad de las experiencias multifuncionales. Como complemento perfecto, el distrito incluye también múltiples espacios públicos al aire libre, que aportarán mayor vida al complejo.
Shanghái es una ciudad apasionante que ha cambiado su apariencia rotundamente en los últimos años y en la actualidad se presenta como una capital moderna y cosmopolita con imponentes rascacielos vidriados que contrastan con sus tradicionales mercados, los antiguos palacios imperiales y los parques públicos centenarios.
Esta ciudad llena de contrastes y matices se abre al turismo nacional e internacional ofreciendo miles de años de historia, cultura y arquitectura. Dentro de este reverdecer turístico, los servicios y productos de lujo han sido uno de los mercados de mayor crecimiento y el Greenland Qingpu Xujing District lo demuestra, convirtiéndose en un pretexto más para planear una nueva visita a la milenaria Shanghái.
