Château D’Artigny
Situado en el Valle del Loira, Château d’Artigny es una gran mansión palaciega, de estilo dieciochesco, establecida en una finca privada de 65 acres con bonitos jardines a la francesa. El castillo fue construido a principios del siglo XX por el famoso magnate del perfume François City, y hoy es un lujoso hotel de cinco estrellas que sobresale por su impresionante arquitectura y su diseño al estilo de la Belle Époque, su nuevo y moderno spa en los sótanos abovedados y el restaurante Origan, de cocina creativa francesa, que dispone de una magnífica bodega de vinos con más de 20.000 botellas. Con unas encantadoras vistas al valle que circunda al río y finamente decorado con paneles de madera, relieves de pan de oro y columnas estriadas, el espacioso comedor convertirá una comida o una cena en todo un acontecimiento digno de ser vivido.
Las 65 habitaciones del Château d’Artigny —distribuidas en Deluxe, Superior, Tradition y Junior Suite— son un certero homenaje al esplendor del siglo XVIII. La elegancia y grandeza de su regio estilo es evidente a cada paso, con amplias escaleras, frescos pintados en techos y paredes, dormitorios con pilares, salones opulentos y enormes ventanales con vistas al río Indre, los jardines o el parque. Las diferentes estancias están ubicadas en el propio castillo, en el pequeño pero lujosísimo Pavillon d’Ariane, aledaño al castillo, o en la Cité des Parfums, una preciosa edificación añadida en el 2001.
Château D’Isenbourg
El Château D’Isenbourg es, probablemente, el lugar más indicado como punto de partida a la hora de conocer la ruta de los vinos de Alsacia. Situado a pocos kilómetros de Colmar, con un magnífico panorama de la llanura del Rin, el Château D’Isenbourg está construido sobre los cimientos de un antiguo castillo de los siglos XII y XIV y dispone de 41 habitaciones de seis categorías diferentes: desde el más elegante apartamento hasta las suites más encantadoras. Todas disponen de una decoración única y elegante, con vistas al parque, al viñedo o al campo. El hotel cuenta también con piscina climatizada, cancha de tenis cubierta y un magnífico spa, con servicios de masajes corporales y faciales, jacuzzi, sauna y baño turco.
En este encantador hotel de lujo sobresale su restaurante Les Tommeries, dirigido por el joven chef Matthias Lingelser, quien concibe una cocina refinada, de fuerte inspiración alsaciana, que se materializa en platos de caza —como el gamo o el jabalí—servidos en un majestuoso comedor en el que prima el mármol. Sus ventanales permiten vistas panorámicas del viñedo y el casco antiguo de la vieja ciudad de Rouffach. Los platos en Les Tommeries son dignos de reyes y se maridan con vinos franceses de todas las regiones y, por supuesto, con las grandes elaboraciones de Alsacia. ■