Los pañuelos de seda de Hermés han sido un elemento básico en el mundo de la moda de lujo desde 1937, cuando la empresa creó el primero. El diseño original se basó en un dibujo en madera creado por Robert Dumas, un miembro de la familia Hermés. Desde entonces, el distinguido sello francés ha creado más de 2.000 modelos de diferentes estilos y tamaños.
Sin lugar a dudas, la marca es el epítome de los productos de alta gama (desde su diseño hasta su concepción, cada pieza demora alrededor de dos años en elaborarse). Sin embargo, lo que hace que sus pañuelos sean tan codiciados no sólo es la forma en que se confeccionan, sino también el perfeccionismo que la empresa busca en sus diseñadores.
Hermés suele contar con alrededor de 50 artistas independientes que trabajan en nuevos bocetos para la marca con el objetivo de lanzar 20 diseños al año. Estos artistas vienen de todas partes del mundo e incluyen desde ilustradores de libros infantiles hasta representantes del pop-art. Si bien la disponibilidad de los modelos es constante, los diseños y colores se van eliminando gradualmente, lo que hace que cada pieza sea verdaderamente única.
Una de mis colecciones favoritas —disponibles actualmente en Hermés— es Les Confessions, una selección creada con la cooperación de ENSAD (Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas de Francia) en el 2014. Para esta colección, los estudiantes del mencionado centro educativo tuvieron que identificarse plenamente con el mundo de Hermés y su reto fue crear diseños basados en el arte francés de pasear (sin rumbo, pero de forma consciente).
La colección se inspira en el libro autobiográfico del filósofo Jean-Jacques Rousseau titulado Les Confessions (Las Confesiones), donde escribe: «J’aime à m’occuper de faire des Riens” («me gusta entretenerme en no hacer nada»). Una de las tres ganadoras, Flavia Zorrilla Drago, creó una impresionante danza espiral de palabras y figuras imaginativas, hermosa e impactante.
Otro diseño favorito es “Pegasus Pop”, de Dimitri Rybaltchenko, que representa al mitológico Pegaso como la versión pop-art del clásico caballo Hermés.
El otoño del 2015 sin duda refleja un renacimiento de los años 70, y los pañuelos de seda forman parte de esa tendencia. Desde los largos y angostos inspirados en el rock and roll hasta los clásicos de forma cuadrada, lo único que necesitamos saber es cómo anudarlos alrededor del cuello. A propósito, Hermés tiene una aplicación que muestra las diversas formas de lucir un pañuelo de seda. ■