El coñac Hennessy es una de las bebidas superiores más reconocidas por su larga tradición y por formar parte de LVMH, el conglomerado multinacional francés de bienes de lujo más grande del mundo, junto a las firmas Moët-Chandon y Louis Vuitton. Su trascendencia actual no hubiese sido posible sin sus ricos 250 años de historia, los cuales ha decidido celebrar a partir de una edición especial denominada Hennessy 250 Collectors Blend.
Esta emblemática marca francesa fue fundada por Richard Hennessy en el año 1765, en tierras recibidas de las manos del rey Luis XV en recompensa por los servicios ofrecidos a la corona francesa. Inicialmente, Richard desarrolló el negocio de producción de licores para ser comercializados en su Irlanda natal, pero posteriormente su hijo James refundaría la marca en conjunto con el enólogo estrella Jean Fillioux. Ambas familias han conservado la tradición como creadores y productores de bebidas de elite por ocho generaciones y, hoy día, su descendencia sigue estando al frente de la compañía.
Hennessy ha sido una empresa con un persistente criterio de expansión e innovación. Fue, por ejemplo, una de las primeras empresas del mundo en comercializar su producto con embotellamiento de origen, y actualmente cuenta con las más avanzadas técnicas de producción y envasado, capaces de proteger la sustentabilidad de sus fuentes de materia prima, localizadas en la región de Coñac.
Este espíritu innovador y de expansión internacional llevó a la empresa a enviar su primer cargamento a Estados Unidos tan temprano como en 1792. A Rusia entró en 1818 a manera de obsequio de cumpleaños para el Zar Alexander I, encargado por la emperatriz María Feodorovna. En 1859 el destino sería China, donde se convertiría rápidamente en toda una tradición entre las familias pudientes del país asiático.
El Hennessy 250 Collectors Edition fue concebido por el master blender Yann Fillioux, séptima generación de la familia en el oficio, quien eligió entre más de 100 partidas del coñac de entre 15 y 35 años de añejado en barricas de roble francés realizadas a mano, para lograr la combinación justa que comunicara poder, vivacidad y elegancia al paladar.
El resultado es un coñac suave, de color ámbar muy intenso, con aroma y sabor algo picante, matizado por tonos de naranja, menta, clavo de olor y cierta huella de chocolate y azafrán. En boca ofrece un final amable, de sabor meloso, con una presencia clara del paso por madera.
Cada una de las botellas será numerada de origen y, para aquellos clientes que quieran personalizar su ejemplar, el sitio web de la marca ofrece un servicio complementario que permite ordenar grabados para el cristal de la botella.
La caja de presentación ostenta un diseño conmemorativo, de cubierta metalizada color cobrizo, que simboliza la repercusión internacional de la marca en sus 250 años de historia. El Hennessy 250 Collectors Blend es la más novedosa entrega de una empresa crucial en la industria licorera, que invita a celebrar una trayectoria bien larga con un producto de primer nivel. ■