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Acqua di Parma es la primera colonia italiana para hombres y un perfume exclusivo de la alta sociedad desde principios del siglo XX. Hoy, con más de 100 años de existencia, su fragancia sutil y fresca continúa seduciendo al refinado, exigente y renovado público masculino.
El sutil y secreto toque de distinción
A principios del siglo pasado, las sastrerías artesanales italianas comenzaron a erigirse como paradigma de la elegancia masculina a través de una delicada mezcla de preciados tejidos, un corte perfecto y un refinado equilibrio en todos los detalles de su confección.
Los maestros sastres agregaron, a modo de toque de distinción y firma personalísima, un soplo de colonia en la tela de cada traje antes de entregarlo a su dueño. Esa práctica se fue transformando en un estilo asociado estrechamente a la más alta calidad textil y perfumista italiana, vigente hasta nuestros días.
La exquisita historia de un símbolo
La historia de este exitoso perfume comenzó en el año 1916, en la antigua ciudad de Parma, Italia. En ese entonces, los perfumes masculinos predominantes eran de notas fuertes e intensas, típicas de la industria perfumista germana. La necesidad de personalización del naciente estilo italiano alumbró una nueva fragancia, distinta, fresca y ágil, más afín al emergente estilo latino y personalidad italiana. Así nació Acqua di Parma, la primera colonia italiana para hombres, elaborada artesanalmente con una cuidada composición de elementos naturales que se mantiene inalterable a través del tiempo.
En los años 1930 nace el inconfundible frasco Art Decó de esta colonia que la identifica en todo el mundo. Sin embargo, fue la industria cinematográfica, de la mano de los grandes maestros del cine italiano, la que le dio impulso mundial. Convocadas las grandes estrellas de Hollywood a filmar en Italia, no tardaron en adoptar el elegante estilo italiano en su vestimenta y, en consecuencia, la fragancia Acqua di Parma.
La primera casa Acqua di Parma nació en la ciudad de Milán a fines del siglo XX, y a partir de entonces su presencia empezó a expandirse hacia las tiendas más exclusivas en todo el mundo.
Acqua di Parma
Esta colonia se ha convertido en la expresión de un lujo discreto y personal, tradicional y a la vez contemporáneo. Esto lo definen los detalles sutiles, reconocibles sólo por los entendidos, como la selección de los ingredientes y las preciadas manufacturas siguiendo tradiciones artesanales. El envase, por ejemplo, se sigue haciendo a mano, y la etiqueta se aplica a cada frasco también manualmente y cuidando todos sus detalles. Las hermosas cajas cilíndricas están también hechas a mano y están embellecidas con un gofrado (estampado en seco) manual en el cual está impreso el escudo real. El papel de la etiqueta tiene el característico amarillo parma, el mismo color que desde 1700 caracteriza a las fachadas de los edificios más elegantes de dicha ciudad. ■
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