Nada hubiera sido igual para Piper-Heidsieck, una de las maisons más envidiadas de la región francesa de Champagne, sin una persona tan extraordinaria como Florens Louis Heidsieck.Hijo de un ministro luterano de Westfalia, Heidsieck se mudó a Reims -la mayor ciudad de la región de Champagne para comerciar con telas y paños finos. Sin embargo, se quedó completamente prendado con el mundo del vino, que por entonces ya era base de la riqueza de la zona.
Hacia 1780 comenzó a elaborar su propio vino y puso toda su fortuna y disposición en su nuevo empeño como vitivinicultor hasta fundar su propia maison en 1785.
Tras su fallecimiento, su sobrino Christian Heidsieck continuó con la empresa junto con Henri Guillaume Piper, quien tenía un gran talento para el comercio e hizo que los delicados espumantes que representaban fueran degustados por 14 casas reales.
En octubre de 1838, la viuda de Christian Heidsieck contrae matrimonio con Henri Guillaume Piper, con lo cual los apellidos Piper y Heidsieck quedan unidos para siempre y se convierten en sinónimo de uno de los champagnes más selectos y demandados en el mundo.
En la actualidad, el enólogo de Piper-Heidsieck, Regis Camus, elabora una llamativa y gustosa gama de champagnes que combinan magistralmente las uvas características de Champagne: chardonnay, pinot noir y pinot meunier, para crear un estilo inconfundible en cada una de las marcas la firma:
Cuvée Brut
De intenso color dorado, destacan sus delicadas y finas burbujas fruto de su prolongada maduración. Sus aromas delatan el predominio de la pera y la manzana con toques cítricos y un final a uvas frescas con notas de anís estrellado. En la boca vuelven los sabores cítricos con toques de pomelo y mucha fruta. Equilibrio en estado puro.
Cuvée Sublime
De tono amarillento tirando a cobrizo y burbujas de buena calidad, al acercarlo a la nariz desprende aromas de fruta madura y jugosa con notas de repostería francesa, caramelo y vainilla. En la boca se desatan los cítricos confitados y la piña con canela y pera. Un vino que sorprende por su estructura.
Rosé Sauvage
De tono escarlata y efervescentes burbujas, sorprende con sus aromas a mandarinas y naranjas sanguinas con un toque de pimentón y azafrán. En el paladar es fresco, con recuerdos a cerezas negras, moras, pomelos rosados y notas cítricas. Un champagne elegante y joven para disfrutar sin complejos.
2006 Vintage Brut
Amarillo cristalino claro con destellos verdes y burbujas proporcionadas. Aroma de albaricoques secos, notas de frutos rojos y negros (frambuesa y zarzamora) y un toque de especias. En el paladar es denso y untuoso, con sabores a naranja confitada, té y almendras tostadas. Un champagne en estado de gracia, intenso y seductor.
Rare Millessime 2002
De tono dorado y fina efervescencia, posee aromas a frutas exóticas como el mango y el kiwi, junto a frutos secos como la avellana, además de higos, pimienta blanca, té y cacao. En el paladar denota su profundidad y armonía y la boca se llena de sabores a merengue, menta, piña y jengibre confitado. Una maravillosa muestra de lo que debe ser un buen Millessime.
Copyright fotografías: Maison Piper-Heidsieck ■