La Colonia del Sacramento, en Uruguay, es uno de los puntos de mayor atracción turística en la región del mítico Río de la Plata, en el Cono Sur de América, gracias a su rica historia, a su encanto colonial y a la amabilidad de sus habitantes.
A orillas del río que divide a Argentina de Uruguay aún se levantan los muros de la fortificación que fundara hace más de tres siglos el marino portugués Manuel Lobo. Sus oscuras piedras fueron mudos testigos de una época de aventureros, piratas y ejércitos invasores que libraron feroces combates navales y terrestres por su posesión.
El casco histórico, con el que se identifica a la ciudad en las guías turísticas y en las postales, conserva muchas de sus antiguas construcciones y es una representativa muestra de la arquitectura colonial portuguesa y española, razón por la cual fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1995.
Visitando Colonia del Sacramento
Uno de los paseos más apreciados por los turistas es caminar por la enigmática Calle de los Suspiros, un estrecho camino empedrado que se desliza entre silenciosos y floridos muros de piedra hasta llegar al río. Al final de esa calle, y adentrándose unos metros en el río, se encuentran los restos del navío inglés Lord Clive, que transportaba un rico cargamento de metales preciosos.
Aún mantienen su prestancia la Puerta de la Ciudadela y el Bastión del Carmen. Conmueven, también, las ruinas del Convento de San Francisco, la Casa del Virrey o la Iglesia Matriz, de gruesos muros, en la que aún se ofician ritos religiosos. Algunos de los antiguos caserones de piedra han sido adecuados para albergar distintos museos como el Portugués, el Indígena, el Archivo Regional y el Naval, entre otros.
También es posible disfrutar en algunos de ellos de un refrigerio o de una comida en los restaurantes atendidos con la proverbial gentileza que distingue a los uruguayos. Por las noches, el rumor del río estimula el paseo sin prisa por sus seductoras calles empedradas, iluminadas por la mortecina luz de antiguos faroles. La quietud de la noche invita a vivir el encanto de cenar acompañado de muy buena música en vivo.
Cruzando el río desde Buenos Aires
Apenas una hora de navegación separan a Colonia del Sacramento de la gran urbe metropolitana de Buenos Aires. Prácticamente no hay turista que llegue a la Argentina que no dedique al menos una tarde para visitar “Colonia”, como se la denomina familiarmente en la región. Desde Montevideo, la capital uruguaya, es preciso transitar dos horas y media por excelente ruta para llegar. Un detalle imperdible son las visitas a fincas cercanas, productoras de dulces y de excelentes vinos. En verano, la opción es disfrutar de sus tranquilas e increíbles playas de arenas suaves y aguas dulces.
Sin lugar a dudas, se trata de un encantador recorrido por el pasado colonial que no puede perderse ningún turista que llega a la región del río más ancho del mundo. ■
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