El Museo de las Confluencias (Musée des Confluences) de la ciudad de Lyon, Francia, enamora tanto por su interesante exposición permanente de historia natural y de las sociedades, como por el sorprendente diseño vanguardista de su edificio, obra del célebre arquitecto Wolf D. Prix. El espectacular edificio es conocido como “la nube de cristal” por el efecto que le imprimen los materiales con los que está hecho: cristal, hormigón y acero inoxidable, y por su posición elevada, como un cabo en la punta de la península, donde confluyen los ríos Ródano y Saona.
El Musée des Confluences se inspiró en el concepto de confluencia, como su nombre lo indica, combinando de manera brillante su entorno natural con su propuesta museológica, que abarca diversas expresiones del arte, la historia, las ciencias naturales, la filosofía y la arquitectura.
El hall de entrada del museo recibe a los visitantes con un gigantesco atrio de cristales translúcidos y estructuras metálicas, que sorprende con un diseño futurista en forma de cono estructural, el cual baja desde el techo hasta el centro del vestíbulo. En el interior del edificio, se encuentra una rampa espiral que rodea el cono antes mencionado, desde donde el visitante puede apreciar con claridad la complejidad de esta construcción de vanguardia.
Al declarar sobre el diseño del museo para el medio Desingboom, el arquitecto Wolf D. Prix define, “Como no podemos ocupar el espacio sin pensar en la gravedad, debemos construir edificios que nos permitan movernos por el espacio con libertad. Es por eso que los espirales, los puentes y las rampas son nuestro lenguaje arquitectónico, el cual utilizamos para conquistar el espacio.” Y agrega, “La palabra confluencia, entendida como unión y fluir conjunto, no solo es el punto de partida de la estética exterior del museo, sino también describe el contenido de las exposiciones que aloja”.
Las salas están organizadas en cuatro muestras principales. La primera se denomina Los orígenes y combina elementos de las ciencias naturales, de la mitología y de la religión que describen las distintas posturas acerca del origen de la existencia. La segunda, Especies, aborda la influencia de la humanidad en el desarrollo de las distintas especies animales, invitando a los visitantes a reflexionar sobre el impacto de los seres humanos en el ecosistema.
Por su parte y en tercer lugar, encontraremos la exposición Sociedades, el teatro humano que relata los encuentros culturales y sociales de la humanidad a partir de los conceptos de organización, intercambio y creación. Y por último, la sala Eternidades, invita a la reflexión acerca de la muerte y sus distintas interpretaciones a lo largo de la historia.
El museo cuenta también con dos espacios públicos dignos de ser visitados. Por un lado, una plaza ubicada debajo de la nave principal del edificio y decorada con una sobria fuente rectangular que contrasta con los planos inclinados que forman su techo, y por el otro, el mirador de altura, que ofrece espectaculares panorámicas de la ciudad y de la confluencia de los ríos que bordean el edificio.
Desde su inauguración en diciembre de 2014, el Musée des Confluences le ha otorgado a la costa de la ciudad de Lyon un nuevo perfil moderno y vanguardista y se ha convertido en una de las razones más atractivas para visitar esta hermosa ciudad del este francés. ■