Mercedes Benz es la automotriz más prestigiosa y antigua del mundo. Con la invención, en 1886, de un triciclo a bencina, nacía en Stuttgart la marca que luego se convertiría en leyenda. Desde entonces, se ha destacado en casi todos los segmentos del mercado ofreciendo autos de calle, camiones, autobuses, motos y hasta coches de Fórmula 1. Pero su sello distintivo es la gran calidad y elegancia de sus automóviles de alta gama, muy codiciados como sinónimos de poder y distinción.
Sin embargo, a la hora de pensar en deportivos biplaza europeos, no es una marca que se nos venga a la mente de manera inmediata, porque primero pensamos en rivales alemanas como Porsche y Audi, italianas como Lamborghini y Ferrari, o inglesas como McLaren y Jaguar, por nombrar algunas. De todas maneras, históricamente, la empresa ha ofrecido ejemplares deportivos de pura cepa de la mano de su firma asociada AMG, como la última versión de su AMG GTS para el segmento biplaza.
Este nuevo Mercedes Benz es asombroso por donde se lo mire. Su impresionante motor V8 de 4.000 centímetros cúbicos, biturbo y con 503 caballos de potencia, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h (0 a 60 m/h) en 3,7 segundos, con una velocidad final de 310 km/h (193 m/h). Este desempeño, netamente deportivo, se combina con una transmisión de siete velocidades controladas por un sistema de doble embrague ubicado en la parte trasera del vehículo. Esto le otorga un excelente balance de pesos (53% eje delantero / 47% eje trasero), con centro de gravedad bajo, lo que beneficia la tracción trasera del auto.
Resulta imposible no emparentar su diseño exterior con el último SLS, ya que la enorme capota frontal revela una clara inspiración en el emblemático modelo de las puertas en forma de alas de gaviota, mientras que el diseño hatchback de la cola ofrece líneas suaves, circulares, menos agresivas y algo parecidas a las utilizadas por Porsche. Esta nueva línea, que se completa con un techo de vidrio fijo que se continúa desde el parabrisas delantero hasta el trasero, configura una estética moderna que respeta las tradiciones de la marca.
El interior de este biplaza responde a los estándares de calidad y tecnología a la que nos tienen acostumbrados los nuevos modelos de la automotriz alemana. Tapizados de cuero de distintos colores y patrones a elección del cliente revisten casi la totalidad del habitáculo. Las butacas de corte deportivo AMG de competición y el grueso volante inteligente afianzan la sensación a flor de piel.
Los elementos dominantes en el puesto de conducción son la consola central, que ofrece una generosa pantalla táctil multifuncional, y el panel de mando. Este último incluye los comandos de climatización, el selector de la transmisión y los mandos de preferencias de rodado o modos de manejo que permiten ajustar las suspensiones, el sonido del escape, el poder de reacción y los niveles de consumo.
Con respecto a la tecnología aplicada, el GTS ofrece un chasis de aluminio de sólo 500 libras (227 kilos) de peso, suspensiones electrónicas independientes en las cuatro ruedas, sistemas de estabilidad y control de tracción, y el premiado sistema anti-colisión de la marca que, con pequeñas cámaras y sensores de movimiento, controla el entorno del vehículo, anticipando y previniendo posibles accidentes.
El Mercedes Benz AMG GTS ha logrado configurar un auto de última generación que le transmite al conductor la sensación de estar a bordo de un deportivo puro de tracción trasera, sin obviar ninguno de los elementos de seguridad electrónicos de un coche moderno.
Con un precio que comienza en los US$ 130.000, este modelo coloca a la marca de manera definitiva en la competencia de los biplaza deportivos de pura sangre. ■