azureazure ha hecho el firme compromiso de ayudar tanto a nuestros lectores como a las industrias más castigadas por esta pandemia. ¡Estamos contigo en estos difíciles momentos que vive nuestro planeta! A lo largo de esta crisis, estaremos publicando nuestros artículos regulares, que esperamos te inspiren y ayuden a escapar un rato de la terrible situación actual, junto a contenido específico sobre el Coronavirus a nivel mundial. ¡Nos encantaría escuchar de ti! Contáctanos a azure@azureazure.com.
Hay un lugar único en el mundo al que se llega si navegas hacia el norte de la isla de Vancouver, justo al lado de la costa oeste de Canadá, y te adentras en el Gran Mar del Oso, adyacente a la selva tropical del Gran Oso en la Columbia Británica. Los turistas viajan largas distancias hasta este destino lleno de vida salvaje para tener la oportunidad de apreciar su naturaleza virgen y su vida silvestre. También se deleitan viendo a las ballenas buscando presas o retozando en un vasto paraíso ecológico.
Para el mes de agosto, la compañía Outer Shores Expeditions prepara su elegante velero de 70 pies de eslora, La Nube Viajera, para observar las colosales criaturas que nadan justo debajo de las aguas del Gran Mar del Oso. Y mientras disfrutan de excelentes vinos, los amantes de la naturaleza pueden apreciar cómo se recuperan las poblaciones de ballenas, incluyendo las ballenas de aleta, las ballenas jorobadas y las orcas, o ballenas asesinas, dentro de su hábitat natural.
Cuando las ballenas jorobadas deciden que es hora de comer, inician una fascinante estrategia en equipo denominada «alimentación por red de burbujas”. Estos enormes mamíferos rodean un gran banco de peces y nadan en círculos, disminuyendo el diámetro en cada pasada, mientras soplan burbujas debajo y alrededor de sus presas. La columna de burbujas presiona al cardumen, obligando a los peces a agruparse asustados cerca de la superficie. Una vez que los bocadillos proteicos han sido controlados, las ballenas jorobadas arremeten contra el banco de peces con sus amplias mandíbulas abiertas y tragan su comida de un gigantesco bocado.
«Siempre rememoro las noches en la cubierta del barco con los excursionistas, disfrutando de una copa de vino, utilizando nuestros micrófonos submarinos para escuchar a las ballenas jorobadas cantando, con ese sonido inconfundible como de trompeta que hacen a través de los silenciosos fiordos y que resuenan como un eco en estéreo de un lado a otro y alrededor de uno”, explica Russell Markel, biólogo marino y fundador de Outer Shores Expeditions. Y agrega: «Cuando se inicia la alimentación por red de burbujas, no hay nada en el mundo que se le pueda comparar».
Además de disfrutar de un paseo en un velero de lujo y de observar con asombro la abundancia de delfines y de ballenas, una excursión de nueve días a través del Gran Mar del Oso ofrece a los viajeros la oportunidad de charlar con investigadores que estudian las diversas poblaciones de ballenas. También serán ilustrados en la abundante fauna que vive dentro o cerca de la costa, desde osos, lobos, leones marinos y nutrias de mar. El milenario bosque costero, con sus humedales y bosques musgosos, está repleto de vida. “La Nube Viajera” ofrece a los amantes de la naturaleza la oportunidad de apreciar de cerca la selva tropical mientras se navega a través de impresionantes desembocaduras.
Para agosto de este año, ya están programados varios viajes en pequeños grupos (de seis a ocho personas) para una aventura al corazón del mundo natural.
La Nube Viajera, capitaneada por Russell Markel, está equipada con cuatro camarotes privados y un precioso salón principal. Los tripulantes son marineros profesionales y expertos naturalistas. Belleza natural y una experiencia educativa, más la perspectiva de sumergirse en la complicada vida de las ballenas y de otras criaturas (aunque sólo sea desde la cubierta del barco) es lo que le espera a todo aquel que reserve un cupo para navegar en el Gran Mar del Oso. ■