Mallorca es la isla donde veranea la familia real española y la que adoran famosos como Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, Claudia Schiffer o Annie Lennox. Es allí donde también pasaron, en su época, parte de su luna de miel Grace Kelly y el príncipe Rainiero. Hace más de 50 años abrió en esa isla balear el hotel de lujo Castillo Hotel Son Vida, y así se ha mantenido desde entonces el castillo que ha alojado durante años a jefes de estado y de gobierno, miembros de la nobleza y de la alta sociedad internacional.
Construido en el siglo XIII, el Castillo Hotel Son Vida se menciona por primera vez en 1518 como una finca ubicada en un lugar privilegiado de la isla, junto a la ciudad de Palma, desde la cual se podían contemplar unas vistas bellísimas de la bahía.
Los Vida eran una conocida familia mallorquina que, desde la conquista de la isla, habían acumulado grandes riquezas. Tras una revuelta histórica, Son Vida fue reconstruido entre 1900 y 1905 por el Marqués de la Torre, para entregárselo como regalo de amor a su esposa. El castillo fue edificado a la usanza de los nobles de la península ibérica.
Más de 400 personalidades de la alta sociedad, la política y el mundo empresarial se dieron cita para la fiesta de inauguración del hotel, celebrada en 1961 en la terraza, que pronto alcanzaría una fama mundial por sus increíbles vistas.
Familias reales como las de Mónaco y o España han elegido este hotel para su estancia (la española, cuando veraneaba en Mallorca en los años 60), al igual que las familias de importantes emires y jeques que han disfrutado de vacaciones en este pintoresco y lujoso hotel.
El Castillo Hotel Son Vida también ha servido de lugar de retiro e inspiración para muchos artistas. Pedro Almodóvar, Anthony Quinn, Steve McQueen, David Niven, Michael Caine y Yehudi Menuhin son algunas celebridades que se han hospedado en sus habitaciones de lujo.
El hotel sirvió como escenario cinematográfico para la película de Tony Richardson Laughter in the Dark en la que participó Anna Karina. Mientras que Brigitte Bardot y su marido Gunther Sachs, Truman Capote, Montserrat Caballé, Julio Iglesias, Jean-Paul Belmondo y Sting también han disfrutado de las comodidades del prestigioso resort.
El Son Vida no ha sido sólo lugar de vacaciones: El presidente de gobierno español Felipe González y el canciller austriaco Bruno Kreisky se reunieron en este hotel con el jefe de estado libio Gaddafi para debatir cuestiones de orden internacional, y el dirigente palestino Yasser Arafat se hospedó también en el hotel en 1982 para celebrar una importante rueda de prensa.
Entre las páginas de historia que se han escrito en este castillo todavía se recuerdan los días que estuvo atracado en el muelle de Mallorca el yate Christina O , en el que se encontraba a bordo el magnate griego Aristóteles Onassis y la diva de la lírica Maria Callas, acompañados por los príncipes Grace y Rainiero de Mónaco. Onassis ofreció una exquisita recepción en el impresionante hotel. Los que recuerdan la inolvidable velada, cuentan que finalizó con un cuarteto espontáneo formado por Elsa Maxwell al piano, el príncipe Rainiero a cargo de la percusión y María Callas y Aristóteles Onassis al micrófono interpretando canciones griegas.
El arte culinario del hotel ha sido premiado en numerosas ocasiones, y el rey Hassan II de Marruecos, entusiasmado por el menú, invitó personalmente al jefe de cocina a su suite y le pidió que le revelara la receta de la lubina a la naranja.
Sus excelentes campos de golf que se encuentran en sus inmediaciones han añadido aún más fama a este histórico enclave mallorquín. El príncipe Rainiero de Mónaco fue el primer jugador en inaugurar el campo de golf Son Vida, que es en la actualidad para muchos el campo más conocido de Mallorca.
El elegante hotel cuenta con piezas de arte, y está rodeado por un parque subtropical y con unas impresionantes vistas a la bahía de Palma. Con 164 habitaciones, sobresale en el hotel de 5 estrellas una de las suites, conocida como la Loewe Suite por haber sido decorada por Enrique Loewe.
El Castillo Hotel Son Vida es un motivo más para volver a visitar la siempre hermosa Mallorca en las idílicas Islas Baleares. ■