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En los últimos años, tomar jugos naturales de verduras y frutas recién exprimidas se ha puesto de moda, y hasta se ha convertido en una opción supuestamente saludable, según la industria de la alimentación. Sin embargo, es una tendencia controvertida, ya que beber jugos no es tan sano ni tan sustentable como consumir frutas y verduras frescas, que proporcionan casi todas las vitaminas, antioxidantes y minerales que necesitamos.
Si tu dieta incluye únicamente jugos de frutas y vegetales, sin ingerir ningún otro de tipo de alimento durante varios días, tu salud puede perjudicarse en vez de mejorar.
Un jugo nutritivo puede ser beneficioso por un período corto de tiempo para desintoxicar tu organismo, pero limitar tu dieta a jugos durante semanas no es una solución tan mágica como afirman los fanáticos de esta tendencia alimenticia. Por otra parte, hay muy poca evidencia científica que apoye las milagrosas promesas que hacen las empresas productoras de jugos envasados.
El llamado ‘juicing’, o dieta de los jugos, es un proceso en el cual se exprime la fruta o verdura para obtener el líquido y se desecha la pulpa, que es la que contiene la mayor parte de la fibra saludable así como algunos antioxidantes que se encuentran en las pieles y semillas.
La pulpa de una naranja, por ejemplo, proporciona flavonoides, que tienen propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias y estimulantes del sistema inmunológico; sin embargo, esa parte tan beneficiosa de la fruta no es aprovechada al consumir solamente el líquido extraído.
La fibra cumple un papel importante en el cuerpo. Es el componente no digerible de los granos enteros, nueces, semillas, legumbres, frutas y verduras. Pero el jugo solo no ofrece fibra, lo que hace que el organismo absorba la fructosa (azúcar de la fruta) con mayor rapidez, elevando así los niveles de glucosa en la sangre. Además, la fibra se mueve rápidamente a través del tracto digestivo ayudando a que funcione correctamente, reduciendo el estreñimiento y la diverticulosis.
Los alimentos que contienen fibra satisfacen más y tienen un menor contenido calórico. Consumir la dosis diaria recomendada de fibra puede reducir el riesgo de contraer enfermedades coronarias y diabetes, y además ayuda a reducir el colesterol.
Las investigaciones demuestran que las frutas enteras son más beneficiosas que el jugo para la prevención de la diabetes, y ayudan a cubrir las necesidades diarias de fibra. Sugieren también que consumir un plátano, una manzana o una naranja en vez de sus jugos resulta en un aumento de la fibra del 25% al 32%.
Muchas dietas basadas en jugos no incluyen ninguna proteína, o una cantidad tan pequeña de ella que es insuficiente para un correcto funcionamiento del organismo. El cuerpo necesita un suministro diario de proteínas para producir las células del sistema inmunológico y para regenerar el tejido muscular.
Dietas con jugos
Nutricionistas acreditados creen que las dietas de jugos no son perjudiciales siempre que duren sólo unos días ya que si se mantiene por más tiempo, la persona puede llegar a enfermarse debido a la falta de fibras y de proteínas. Esto podría afectar a los adultos mayores, ya que son más susceptibles a las infecciones debido a sus menores reservas de proteínas.
Si bien una dieta de jugos es probablemente baja en calorías en comparación con una basada en papitas (patatas) fritas y refrescos, sigue siendo una fuente muy concentrada de calorías. Por ejemplo, una taza de piña contiene alrededor de 83 calorías, pero un vaso de jugo de piña contiene 120 calorías.
Las personas que consumen jugos de frutas probablemente no se den cuenta de la cantidad de azúcar que están ingiriendo. De hecho, un vaso de jugo de manzana contiene alrededor de 29 gramos de azúcar, mientras que un vaso de refresco de cola contiene 27 gramos de azúcar. La verdad es que las dietas de jugos están repletas de calorías vacías, es decir, calorías con pocos o ningún nutriente.
Aunque consumir excesivas calorías puede producir la sensación llenura o de sentirse satisfecho, la verdad es que este exceso no suministra los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente.
Cuando se hace esta dieta de ingerir solamente jugos de frutas o verduras durante 10 días, se puede correr el peligro de poner al organismo en la “fase de hambre”. Esto quiere decir que el cuerpo tratará de conservar calorías ralentizando el metabolismo, lo que a su vez resulta en una mayor dificultad para bajar de peso a largo plazo. Por otra parte, cuando la persona se priva de sus alimentos favoritos durante un determinado período, luego tiende a auto-recompensarse comiéndolos en exceso, lo que hace que recupere y hasta aumente el peso que tenía antes de iniciar la dieta.
En otras palabras, esta dieta contagiosa de los jugos milagrosos no te ayudará a mantenerse saludable ni a alcanzar tu peso ideal. Lo que sí te ayudará es un régimen variado de alimentos frescos e integrales. ■
*DR. LUIZA PETRE: Cardióloga y directora médica de tres clínicas de Medi-Weightloss®, especializadas en programas de pérdida de peso supervisada por médicoa. Vive y práctica en Nueva York. www.mediweightloss.com