Jackie Weld recibe el Premio Lizzie de la organización Literacy Partners.
Como Presidenta de la Junta de Casita María, la organización benéfica para la comunidad latina más antigua (existe desde 1934) de la ciudad de Nueva York, Jackie dedica gran parte de su vida a asegurarse de que la organización goce de una situación financiera sana, para poder continuar ayudando a los niños y adolescentes en su sede del Bronx. No es tarea fácil en estos tiempos de crisis económica.
Nació en la ciudad de Nueva York por casualidad, mientras sus padres disfrutaban de su luna de miel de dos años. Las dos ramas de su familia han sido testigos de acontecimientos importantes en la historia de América Latina. Su tatarabuelo materno, Juan Idiarte Borda, fue el décimo séptimo presidente constitucional de Uruguay, y el único que fue asesinado en el cargo. La fascinante historia de su asesinato fue el tema de un cuento de Jorge Luis Borges titulado Avelino Arredondo, que era el nombre del asesino. Sus otros abuelos maternos llegaron a Montevideo desde Escocia. Por otra parte, sus abuelos paternos emigraron a América del Sur, en particular a Venezuela, procedentes de Bukovina, un lugar encantador en la frontera entre Rumania y Ucrania, donde las diferentes culturas coexistieron y florecieron por siglos. En su libro Memorias de un antisemita, Gregor von Rezzori describe esta tierra exótica y la decadencia de la aristocracia europea de entre guerras. Sus padres se conocieron en Montevideo y tuvieron cuatro hijas: Mercedes Levin, Estrellita Brodsky y Martha Bograd, además de nuestra protagonista – y el resto es historia.
1. Cuatro generaciones: Jackie con su mamá, abuela y bisabuela.
2. La pequeña Jackie con su mamá Beatriz Sheppard Idiarte Borda de Bograd.
3. La pequeña Jackie con sus hermanas Mercedes y Martha.
4. Martha y Estrellita de niñas.
Jackie recuerda que de niña era como la líder del cuarteto. Siempre curiosa y llena de energía, acompañaba a sus hermanas en cada juego y las ayudaba en las actividades escolares. Dado que sus padres no querían vivir en ninguno de sus respectivos países de origen, la familia pasó años viajando entre Venezuela y Uruguay, hasta la llegada de la dictadura de Pérez Jiménez a Venezuela en la década de 1950, momento en el que decidieron que sería mejor para todos instalarse en la ciudad de Nueva York. Llegó a la ciudad a los 7 años y ha residido en ella desde entonces. Ya que la filosofía de su padre era que las niñas aprendían más con él que en la escuela, contrató una institutriz y varios tutores y educó a sus hijas en el hogar. Ella sobresalió siempre en sus estudios, y sus padres compensaron la falta de interacción social con otros niños de la escuela llevando a sus hijas a viajar por todo el mundo, y no sólo enseñándoles, sino imbuyéndoles desde muy temprana edad una auténtica pasión por el arte y la cultura.
Las cuatro hermanas: Jackie Weld, Mercedes Levin, Estrellita Brodsky y Martha Bograd.
Licenciada en derecho por la Universidad de Columbia en Nueva York, se mudó a Alamosa, Colorado, para trabajar con las comunidades chicanas desatendidas y con clientes indigentes. Cuenta, aún con incredulidad que su primer cliente entró en su oficina y dijo: «Acabo de matar a un hombre». Con el tiempo, regresó a Nueva York, continuó ejerciendo la abogacía y acabó convirtiéndose en escritora.
Fue en 1994 cuando conoció al amor de su vida, Rodman Drake, durante un rafting (un paseo en balsa) por los ríos de Colorado, un lugar que adora. Jackie recuerda que no fue exactamente amor a primera vista. Rod, como ella y sus allegados lo llaman, se había dejado barba y ambos venían de sus primeros matrimonios fallidos. Sin embargo, «este tipo de viaje pone de manifiesto la verdadera naturaleza del ser humano, y tuve la oportunidad de ver el maravilloso hombre que era», dice Jackie acerca de aquel primer encuentro con su actual esposo. «Los segundos matrimonios son mejores si uno aprende las lecciones de los primeros. Es una experiencia más madura», afirma. El 18 de diciembre de 1998, la pareja se casó en una ceremonia privada en Nueva York.
1. Jackie y Rod en su residencia de Palm Beach
2. Jackie y Rod disfrutando de un paseo en Aspen, Colorado.
Desde entonces, comparten felices la vida, repartiendo el tiempo entre sus casas de Manhattan, Aspen, Palm Beach y Pound Ridge, NY. «Por alguna razón, la vida en Palm Beach es más fácil», dice. «Durante la temporada que estamos allí disfrutando del cálido clima de la Florida, es súper agradable invitar a mis amigos a casa y ponerme al día con ellos alrededor de la mesa del desayuno». Los Drake van también de senderismo y esquían en Aspen, sin embargo «disfrutamos además muchísimo de nuestra faceta intelectual», añade Jackie. «El Instituto Aspen y el Festival de Aspen de las Ideas, las conferencias, festivales de música… Aspen es maravilloso porque satisface todas mis inquietudes». Justo antes del otoño, descansan en su residencia del tranquilo Pound Ridge antes de regresar a Nueva York, la ciudad que alimenta su curiosidad y les aporta energía.
Su vida en la Gran Manzana está llena de compromisos laborales y sociales. Su puesto como Presidenta de la Junta de Casita María exige una programación intensa de reuniones, eventos de recaudación de fondos, y tiempo para los niños de la organización. «Una agenda apretada no me molesta, porque tenemos la eternidad para descansar, así que sigo y sigo…hasta que me agoto». Su agenda personal es otra historia: Jackie intenta no salir los fines de semana que está en Nueva York, e intenta pasar tiempo de calidad junto a Rod. Recientemente han descubierto el golf, una de las actividades que pueden disfrutar juntos. Ella cita a Mark Twain cuando alaba los beneficios de este deporte: «Se trata de un hermoso paseo interrumpido».
1. El príncipe Dimitri de Yugoslavia, Grace Meigher, Michael Douglas, Jackie Weld y Christopher Mason en el set del fim Wall Street II.
2. Julio Larraz, Jacqueline Weld Drake, Mikhail Baryshnikov.
3. Jackie Weld, Ana B. Remos, Adrienne Vittadini, Gian Luigi Vittadini.
4. Jackie Weld y Judy Collins asisten a la cena para autores de la organización PEN.
Jackie fue recientemente galardonada en Nueva York con el segundo premio Lizzie de Literacy Partners. «Este premio es muy especial para mí, porque creo que la literatura y la alfabetización son componentes muy importantes de mi vida y mi labor, y esta organización enseña a los adultos a leer y a escribir.» Otro premio que obtuvo y que para ella tiene un gran valor, es el que recibió de manos de su amiga María Eugenia Maury de Haseltine por su apoyo a Aid for AIDS, una organización de apoyo al SIDA. «Lo recibí en memoria de Alfredo Ortíz-Muría, mi predecesor en Casita María, que murió a causa de esa terrible enfermedad.»
1. Rodman Drake y su esposa Jacqueline Weld Drake asisten a la gala de Literacy Partners 2013
2. Diane von Furstenberg, Tatiana von Furstenberg, Elizabeth Strout, Liz Smith, Jackie Weld Drake y Alina Cho en la gala de Literacy Partners 2013.
Alfredo Ortiz-Murias que era el presidente de Casita María hasta su muerte, la hizo responsable de su participación en la organización, que se ha convertido en el centro y la pasión de su vida. «Alfredo nos mandó a llamar a Anne Eisenhower y a mí desde su lecho de muerte y nos pidió que mantuviéramos vivo su sueño, así que lo hago por él». Jackie entiende de primera mano las dificultades de recaudar fondos para una organización en el sur del Bronx que enseña no sólo a los niños latinos, sino a todos los niños desatendidos de esta comunidad multicultural. Dedica horas y horas a Casita para asegurarse de que la organización crece y logra sus metas. «Mi mayor recompensa es ver a los niños logrando éxitos y la sensación de bienestar que tengo cuando me doy cuenta que hacemos algo tan positivo», asegura Jackie.
Nuestra entrevistada es autora de dos libros: Peggy: The Wayward Guggenheim, una biografía de Peggy Guggenheim, y Rara Avis, una novela histórica y surrealista ubicada en América del Sur y protagonizada por un grupo de personajes tan excéntricos como un loro malhablado. Actualmente está trabajando en un libro sobre la edad de oro de la ilustración americana, otra de sus pasiones (de hecho, posee, junto con su marido, una de las mejores colecciones de ilustraciones de América). Su lista de lectura este año incluye, entre otros títulos, La conquista del Everest, de Wade Davis; El castillo de cristal, de Jeannette Walls; Los perros de Riga, de Henning Mankell; la biografía de Rin Tin Tin y El sueño del Celta, de Mario Vargas.
1. Jackie en Aspen, Colorado
2. La mesa de Jackie en Palm Beach.
3. Jackie Weld celebra su cumpleaños con sus amigas Jeannette Watson Sanger y Fran Lebowitz.
Cuando nos reunimos en Nueva York, ella acababa de llegar de Palm Beach, donde había sido anfitriona del encuentro anual de autores en el hotel Brazilian Court. Este año ha entrevistado a Toni Mendez, autor de Argo; a Rebecca Miller, hija de Henry Miller, que acababa de escribir Jacob´s Folly (la historia de un vendedor ambulante judío del siglo XIX reencarnado 200 años más tarde en una mosca), y a Susan Isaacs, que ha escrito 12 best-seller seguidos
Antes de despedirnos, le pregunto sobre las lecciones que ha aprendido en la vida. Hace una pausa, y luego se echa a reír: «si quieres vivir la vida, tienes que reír mucho, bailar mucho y no aferrarte a nada. No te preocupes tanto por las pequeñas cosas, porque la mayoría de los problemas y obstáculos que nos creamos en la vida suelen ser por cosas sin importancia». ■