La muestra de Lautrec es la primera que el MoMA dedica exclusivamente al artista en 30 años. Esta exhibición consta de más de 100 ejemplares de sus obras más conocidas realizadas en la cúspide de su carrera. Para el espectador, estos trabajos son una ventana abierta al París de la época, a su sociedad y su cultura, así como a sus salones, sus icónicos café-chantants, sus cabarets y sus burdeles. A través de sus carteles, grabados o ilustraciones, Lautrec supo acercar el lenguaje de las vanguardias de finales del siglo XIX al gran público.
La exposición explora cinco temas que, en conjunto, forman el retrato del París de Lautrec. Una de sus secciones está dedicada a los café-chantants y salones de baile en los que se desarrollaba la vida nocturna de la Francia del momento. Uno de esos lugares representativos es, sin duda, el legendario Moulin Rouge.
Otro apartado de la exhibición se centra en las actrices, cantantes y bailarinas que inspiraban a diario al artista. Entre ellas destaca su amiga cercana, la bailarina de cancán Jane Avril, pero también Yvette Guilbert y la aclamada bailarina Loie Fuller. Esta sección también nos acerca a otros personajes y sitios emblemáticos en obras como La Goulue (1894), Au Moulin Rouge (pintada entre 1892 y 1895), La Goulue et sa Soeur (1892), La Clownesse au Moulin Rouge (1897) y La Danse au Moulin Rouge (1897).
En otra sección de la exposición aparece el universo de mujeres de Lautrec, que incluye su hito Elles, en el que un grupo de prostitutas son representadas fuera de sus horas de trabajo, en momentos de tranquilidad e introspección. De los 12 trabajos litográficos del portafolio Elles destacan Femme qui se lave, la toilette (1896) y Femme au tub (1896).
Una cuarta sección está dedicada a su círculo creativo e incluye diseños de programas de varias producciones teatrales de vanguardia, carteles e ilustraciones para las cubiertas de las partituras de obras musicales que inundaban los café-chantants parisinos, así como sus contribuciones a varias revistas. Los carteles de La Revue blanche (1895) y L’Aube (1896) son algunos ejemplos de ello.
En la última sección de la exposición, Lautrec explora los placeres capitalinos, tales como las carreras de caballos en Longchamp, los paseos por el Bois de Boulogne, el patinaje sobre hielo o el atractivo de la cultura gastronómica de la ciudad. En este apartado se incluye su obra Confetti (1894), uno de los pocos carteles que el artista creó para publicitar un producto de consumo.
Como complemento de este viaje por el París de Lautrec, los visitantes podrán leer un ensayo introductorio sobre el artista, escrito por Sarah Suzuki, curadora asociada del Departamento de Dibujos y Grabados del MoMA. ■