La Fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, en colaboración con el Ministerio de Cultura de Francia, se han dado a la tarea de recuperar, digitalizar y poner al alcance del público una espectacular colección conformada por las piezas más significativas de los archivos personales del legendario diseñador.
El primer esfuerzo de esta iniciativa se ha traducido en una espléndida exposición en línea que reúne una colección de vestidos de papel. Bajo el título de Paper Dolls (Muñecas de papel), este proyecto tan poco usual reúne un total de 11 muñecas, 443 prendas y 105 accesorios. Cada una de estas creaciones fue manufacturada por un joven Yves Saint Laurent, quien con sólo el uso de papel, tinta, gouache y tijeras, era capaz de confeccionar prendas de ensueño. Las muñecas son en realidad modelos elegidas y recortadas minuciosamente por Saint Laurent de las revistas de moda de su madre, como Vogue, Paris-Match y Jardin des Modes.
Por aquellos días, Saint Laurent montaba desfiles en los que honraba a grandes personalidades del mundo de la moda y la belleza como Bucol, Elizabeth Arden, Perugia y Abrahams, entre muchos otros. Fue en ese entonces cuando el futuro ícono de la moda sería acreedor en dos ocasiones del premio otorgado por la International Wool Secrétariat. Para recibir el galardón, Saint Laurent viajó a París con su madre en el invierno de 1953, y fue durante esta visita a la capital francesa que conoció a Michel Brunhoff, quien era el director de la edición francesa de la icónica revista Vogue.
Brunhoff, conocido por descubrir nuevos talentos, quedó impresionado con los bocetos del joven Saint Laurent y, al poco tiempo, le sugirió a Christian Dior que viera sus diseños. Dior lo contrató de inmediato para trabajar en sus talleres. La pasión de Saint Laurent dejaría de traducirse en hermosas muñecas de papel para convertirse en prendas notables que hoy en día continúan siendo un símbolo de vanguardia.
La instalación en línea Paper Dolls muestra hasta qué punto los diseños de Saint Laurent han influenciado el mundo de la moda, a la vez que resalta las brillantes creaciones del autor. “Era un visionario”, señala Bergé. “Su trabajo se ve en la calle, en todas partes. Desgraciadamente, no se ve tanto en las colecciones de moda”. ■