El stock mundial de vehículos terrestres es de 1.100 millones de unidades, algo así como uno por cada siete habitantes del planeta. Más de la mitad de la población mundial vive en grandes ciudades cuyo diseño y crecimiento está llegando a un punto de saturación. La congestión de las vías de tránsito, las dificultades de estacionamiento y el aumento de la polución urbana generan pérdidas millonarias a la economía, pero principalmente afectan la calidad de vida de las personas.
Es el momento en que los creativos e ingenieros elevan sus ojos al cielo buscando una solución y, al parecer, la han encontrado. Las taxis aéreas como el Volocopter X2 de Daimler AG o el Ehang UAV 184 y los vehículos terrestres autónomos de empresas como Ford, Fiat Chrysler y Audi ya están listos para sortear los atascos y mejorar la calidad de vida de las personas.
Taxis en el cielo
Dubái será la primera ciudad en dispensar un servicio público de taxi aéreo. Para tal cometido, la empresa alemana Daimler AG ha puesto a punto el Volocopter X2, un helicóptero autónomo de 18 rotores, con capacidad para dos personas. El modelo es totalmente autónomo, con despegue y aterrizaje vertical. Además, funciona a baterías, por lo que está libre de emisiones y tiene muy bajo nivel de ruido, ofreciendo, ofreciendo un gran nivel de confort interior y líneas exteriores elegantes y aerodinámicas.
La aeronave estará en condiciones de ser solicitada por teléfono, fijando un punto de abordaje y de destino. Sin embargo, debido a las regulaciones vigentes, deberá ser pilotada por una persona con licencia de piloto deportivo. Una vez que se actualicen las normativas, el pasajero sólo necesitará abordar el vehículo y podrá apreciar el panorama hasta llegar a su destino.
En China, la empresa Ehang desarrolla su modelo de un pasajero, el Ehang UAV 184, basado en su vasta experiencia en drones no tripulados de uso profesional. El aparato tiene 1,2 metros de alto, un peso de 200 kilogramos y ocho hélices capaces de transportar un pasajero durante más de 23 minutos, a unos 96 kilómetros por hora. Cada tripulante puede seleccionar su destino a través de una pantalla táctil y realizar trayectos de hasta 50 kilómetros. Su apariencia es austera, pero funcional. El objetivo de Ehang sigue siendo aportar medios de transporte económicos para el monitoreo de operaciones de gran ingeniería, aunque la alternativa de los taxis aéreos autónomos surcando los cielos de Beijing queda ahora al alcance de la mano.
Vehículos autónomos terrestres
Las principales automotrices también invierten en desarrollar medios de transporte autónomos. Ford Fusion ya puso a disposición de la empresa Uber vehículos con tecnología láser, cámaras y diversos sensores, para circular de manera autónoma por la ciudad. Por su parte, Fiat Chrysler, junto a Google, a través de la compañía Waymo, comenzará a ofrecer viajes de prueba en vehículos autónomos en Phoenix, Arizona.
Tesla Motors, por su parte, tiene muy avanzado su prototipo sin conductor. El gigante europeo Volkswagen ya puso en la calle su sedán Audi A8, en el cual es posible quitar las manos del volante y dejar que el vehículo continúe de manera autónoma. En Rusia también se trabaja en el mismo sentido el Matryoshka es vehículo autónomo del Grupo Bakulin Motors. Mientras que la empresa tecnológica argentina Inipop desarrolla un prototipo de vehículo autónomo urbano. Como puede verse, no escasean los emprendimientos para delinear el presente y el futuro del transporte.
Los expertos en inteligencia artificial estiman que la automatización “total” de los medios de transporte podría lograrse para el 2025. Esto depende, en principio, de la factibilidad tecnológica, aunque quizás lleve más tiempo adecuar las regulaciones y convencer de sus ventajas a los consumidores
¿En cuál de ellos te gustaría viajar primero? ■