Cuando el escritor y poeta británico Rudyard Kipling visitó Myanmar, en aquel entonces Birmania, en marzo de 1889, de inmediato quedó subyugado por esa misteriosa y encantadora región, a la que describió como “un lugar totalmente distinto de cualquier otro conocido”.
De aquel encuentro entre el poeta y Birmania surgieron sus exquisitas crónicas de viaje entre las ciudades de Rangún y Moulmein. Poco tiempo después, Kipling publicó su famoso poema “Mandalay”, que narra el enamoramiento entre un soldado colonial británico y una bella birmana. En el poema describe, además de la pasión arrebatadora, un entorno de palacios, suaves colinas y verdes arrozales.
Myanmar está rodeado por India, Bangladesh, China, Tailandia y Laos, y posee una gran riqueza natural, cultural y religiosa.
Diversos acontecimientos llevaron a que la ex Birmania, actual Myanmar, se cerrara al turismo. Ese aislamiento internacional durante más de cincuenta años coadyuvó para que hoy sea considerado como uno de los países mejor conservados del sudeste asiático.
Está rodeado por India, Bangladesh, China, Tailandia y Laos, y posee una gran riqueza natural, cultural y religiosa. Hace muy pocos años que Myanmar se abrió al turismo, pero ya se ha transformado en uno de los destinos exóticos preferidos entre los viajeros más exigentes y experimentados.
Aquel temprano embelesamiento de Kipling queda evidenciado en las sensaciones del viajero ante sus extensas playas casi prístinas sobre el Golfo de Bengala, con las alturas de los Himalayas contrastando con las verdes planicies de los arrozales y los majestuosos palacios budistas, que se alzan entre clásicos exponentes de la arquitectura colonial británica. La propuesta hotelera, diversa y a medida del viajero más exigente, se destaca por el elevado nivel de lujo y la excelente calidad de sus servicios. Sus campos de golf de clase mundial, los resorts paradisíacos y las habitaciones en palacios de ensueño componen un conjunto deslumbrante.
Una de las visitas que se impone en Myanmar es Bagan, el monumental complejo de más de dos mil templos construidos entre los siglos XI y XIII. Cada santuario es único en su forma y estilo de construcción, aunque predominan las clásicas estupas y formas piramidales. El mayor de todos es el Dhammayangyi, hecho de ladrillo e imponente por sus dimensiones. La gran mayoría de ellos alojan estatuas de Buda en distintas posiciones. Otros ofrecen su espacio interior vacío y amplio, a modo de ámbito de meditación.
El archipiélago Mergui, al sur de Myanmar, es uno de sus sitios más hermosos y, quizás, realmente único en el mundo, con playas desiertas de arenas blancas, muchas de ellas aún vírgenes, y aguas tan cristalinas que se puede ver perfectamente el fondo del mar desde la borda de las embarcaciones. Lo ideal es descubrir esa región a bordo de pequeños veleros que recalan en sus playas. Los valores de un exclusivo crucero de siete días en velero ronda los US $25,000.
Otro de sus atractivos es el gran lago Inle, donde será posible navegar para llegar a Indein, pueblo famoso por su selva de estupas del siglo XVI y por su fina artesanía local. En las cercanías se cultivan cepas francesas y españolas que dan origen a finos vinos como el Sauvignon Blanc o el Shiraz. La sureña ciudad de Yangon está considerada, por otro lado, “la puerta de ingreso” a Myanmar por su red de vuelos nacionales e internacionales. Se destaca allí su fantástica pagoda y sus jardines. Y en el centro de Myanmar, no debe perderse el viajero la ciudad de Mandalay, que diera origen al poema de Kipling.
Por último, sorprendente también por su hermosura son las arenas plateadas de Ngwesaung, población recostada sobre el Golfo de Bengala. En esa zona, el flujo de mareas permite que dos veces al día se pueda caminar por el fondo del mar hasta la “Isla de los enamorados”, denominada así por ser refugio ideal para demorarse hasta la próxima marea baja. Es conveniente la contratación de guías locales experimentados para recorrer los diversos atractivos, debido a ser todavía un país joven en relacionarse con el turismo de alta gama internacional. ■
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