Los asiduos clientes de los mejores hoteles de lujo saben que, a la hora de hospedarse en Madrid, no hay un lugar que sobresalga tanto como el Hotel Ritz, uno de los mejores alojamientos de Europa.
Inaugurado en 1910 por el rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, nieta del monarca inglés Eduardo VII, fue diseñado por el arquitecto francés Charles Mewes en pleno centro cultural y financiero de la ciudad en aquella época, muy cerca del Museo del Prado.
Sus 162 habitaciones (con 42 suites y una Suite Real), todas distintas, destacan por su amplitud y elegancia. Algunas tienen vistas al Museo del Prado y los jardines, mientras que otras se asoman a la Fuente de Neptuno o a la Plaza de la Lealtad con su obelisco dedicado al Dos de Mayo, recuerdo del levantamiento en 1808 del pueblo de Madrid contra de la invasión napoleónica.
Como detalles especiales, las camas están cubiertas por colchas que llevan la Corona Real, símbolo del hotel, y las sábanas que las visten son de lino irlandés con el anagrama bordado en seda.
Cada una está decorada con antigüedades, cerámicas orientales, candelabros de cristal, valiosos cuadros y lujosas alfombras confeccionadas a mano en la antigua Real Fábrica de Tapices española, para la cual trabajó el mismísimo pintor Francisco de Goya.
Como detalles especiales, las camas están cubiertas por colchas que llevan la Corona Real, símbolo del hotel, y las sábanas que las visten son de lino irlandés con el anagrama bordado en seda. Los cuartos de baño de las suites, todos de un lujoso mármol, ofrecen productos exclusivos de las marcas Acqua di Parma y Penhaligon’s.
Pero por lo que destaca realmente el Hotel Ritz Madrid es porque, ya sea en el hall, en sus jardines, sentado junto a la barra del Bar Velázquez o en alguna de las suntuosas mesas del Restaurante Goya, es un lugar en el que se respira y se palpa la historia, pues en esos mismos espacios habitaron antaño grandes personajes de la historia de España y del mundo.
En 1915 se hospedó allí el Maharajá de Kapurthala con su esposa, la joven bailarina española Anita Delgado. Los madrileños estaban fascinados ante la historia de amor de una sencilla mujer española capaz de captar la atención de un príncipe hindú.
Otro ilustre personaje, Margaretha Geertruida, pasó varios meses en el hotel entre 1916 y 1917, muy poco tiempo antes de su muerte. ¿Reconocen este nombre? Pues no es otro que el de la seductora espía internacional conocida como Mata Hari.
El Emperador de Etiopía Haile Selassie fue, tal vez, una de las visitas más complicadas que recibió el hotel, pues nadie podía abandonar su presencia dándole la espalda y los empleados debían dejar las habitaciones del huésped imperial andando hacia atrás. No es necesario decir que esto causó inevitables tropiezos del servicio, que no estaba acostumbrado a esa circunstancia.
Reyes y reinas de diversas monarquías, Alexander Fleming, Ernest Hemingway, Michelle Pfeiffer, Madonna, Demi Moore, Anthony Hopkins, Claudia Cardinale y Richard Gere han sido algunos personajes que también han visitado el Ritz.
En las décadas de los 50 y 60 se rodaron en España grandes superproducciones cinematográficas, y por el Ritz pasaron actores tan famosos como Ava Gadner, Grace Kelly, Frank Sinatra y otros. Sin embargo, la férrea moral católica promovida por la dictadura del General Francisco Franco hacía que no siempre estuviera bien visto ser actor. Se dice que a James Stewart se le prohibió la entrada al hotel por su profesión y pudo finalmente hospedarse gracias a presentar su carné de Coronel de la Fuerza Aérea Norteamericana. Sin duda alguna eran otros tiempos. ■