La geografía rusa, sus comunidades remotas y su diversidad de costumbres locales se ha mantenido durante décadas ajena a las miradas occidentales. Apenas si es que trascendían relatos sobre una mítica y romántica “tierra del sol de medianoche”, con bosques interminables de intensos verdes y costas heladas. Hoy es posible vivir la experiencia de descubrir y transitar la región situada más allá del círculo polar ártico en un lujoso tren privado.
Hoy es posible vivir la experiencia de descubrir y transitar la región situada más allá del círculo polar ártico en un lujoso tren privado.
Rumbo a las tierras blancas
La propuesta de la compañía Golden Eagle Luxury Trains parte desde Moscú, supera el círculo polar ártico y regresa luego hasta San Petersburgo, realizando todo el trayecto en trenes de máximo lujo y confort. Si bien la distancia entre ambas ciudades es de algo menos de 700 kilómetros – distancia que se recorre en tren común de alta velocidad en menos de cinco horas -, el programa integra 12 días de lujosa y enriquecedora inmersión en la cultura y geografía nórdica rusa. El presupuesto oscila entre los US $11.995 y los US $22.295, e integra todos los servicios, incluyendo alojamiento en hoteles de máxima categoría y camarotes exclusivos en el tren.
Moscú y alrededores
La innovadora experiencia en tierras rusas comenzará en el hotel Ritz-Carlton de Moscú, situado a escasa distancia de la Plaza Roja y del Teatro Bolshoi. Los viajeros serán agasajados con una exquisita cena de bienvenida, e invitados a recorrer y conocer los lugares tradicionales de Moscú: el Kremlin, la antigua Plaza Roja, los fabulosos tesoros de los zares y las opulentas y súper profundas estaciones del transporte público subterráneo de la ciudad (algo realmente único), embellecidas con estatuas, murales, pinturas y mosaicos de notable concepción artística, orgullo de los moscovitas.
El oro de Vladimir
A menos de una hora de Moscú, se visitará la histórica ciudad de Vladimir, fundada en 990, que alguna vez fuera capital del imperio y actualmente es patrimonio de la humanidad por su notable riqueza arquitectónica. Se impone allí la visita a la Catedral de Uspenski, lugar donde muchos de los zares rusos fueron coronados. Fue construida entre los siglos XII y XV, y es uno de los templos de piedra blanca y cúpulas doradas más antiguos de Rusia. No lejos de allí, se alzan las murallas de Súzdal, ciudad construida en 1024 y representativa de la grandilocuente arquitectura zarista. El día cierra con una actuación coral de música tradicional en el Monasterio de San Eutimio antes de regresar a Moscú para partir, en el Golden Eagle, hacia Petrozavodsk. La ciudad, situada a orillas del gran lago Onega y muy cerca de la frontera con Finlandia, es uno de los centros culturales del norte ruso. Allí se podrá visitar la Isla de Kizhi, donde se erige la Catedral de la Transfiguración, construida en 1714 íntegramente en madera, sin elementos metálicos.
Más allá de lo conocido
El viaje se extiende hacia las nórdicas tierras blancas rusas atravesando el Círculo Polar Ártico para llegar a Murmansk, ciudad a orillas del Mar de Barens y a mitad de camino entre Moscú y el Polo Norte. Luego de navegar una tarde bajo el increíble sol de medianoche se regresa al sur, arribando a la exquisita ciudad de San Petersburgo. Esperan allí dos noches de descanso en el exclusivo Hotel Renaissance St. Petersburg Baltic, a muy pocos minutos de algunos de los principales atractivos de la ciudad, como el Museo Hermitage, el Teatro Mariinsky y Nevsky Prospekt.