Lhasa, la mítica ciudad protegida por las altas cumbres de la cordillera Himalaya, fue conocida durante mucho tiempo como la “Tierra de los Dioses”. Escasos y privilegiados viajeros que pudieron arribar hasta sus blancas murallas hablaban de una atmósfera de espiritualidad y sosiego en sus habitantes y de sorprendentes palacios que albergaban al Dalai Lama, el Dios viviente de los tibetanos. Llegar a esta emblemática localidad es posible en la actualidad, utilizando los servicios del lujoso Shangri-La Express, un exclusivo tren que transita la enigmática región montañosa del noroeste chino, a más de cuatro mil metros de altura (13.000 pies), superando incluso los cinco mil metros (16.000 pies) en el Paso de Tangula.
El Shangri-La Express es uno de los trenes privados más modernos de China. Ofrece dos tipos de cabinas: Diamond Class, de cama doble y escritorio y con un gran ventanal al paisaje, y Heritage Class, de dos camas individuales y ventanal, más los servicios de excelencia y distinción requeridos por los viajeros más experimentados.
Hacia la cumbre del mundo
El plan de viajar de China al Tíbet en tren de alta categoría bien puede ser calificado como un viaje de iniciación personal, ya que transcurrirá a través de una milenaria y poco conocida región explorando culturas antiquísimas. El pausado plan de doce días que propone Shangri-La Express permite asimilar la elevada altitud de las montañas y, al mismo tiempo, disfrutar la plenitud de viajar a uno de los centros espirituales del mundo.
Luego de unas cuatro horas de vuelo desde Beijing, se arribará al Hotel Sheraton Urumqi en la ciudad de Urumqi, antigua parada china en la milenaria Ruta de la Seda. A partir de ese momento, el viaje continuará por antiguas paradas de la ruta comercial más antigua del mundo, que conectaba el Asia Central con Europa, mientras se sigue escalando día a día hacia la elevada Lhasa.
El plan de viajar de China al Tíbet en tren de alta categoría bien puede ser calificado como un viaje de iniciación personal.
En la primera etapa, los viajeros se hospedarán en los hoteles Sheraton Urumqi y en el Radisson Blu Hotel Kashgar, de cinco estrellas. Durante los cuatro días siguientes, disfrutarán de la magia de esas dos ciudades y la oportunidad de vivir la experiencia fundamental de transitar las abarrotadas calles y puestos de venta del Kashgar Sunday Bazaar, fabulosa feria regional que rememora los antiguos mercados de la Ruta de la Seda.
Dos días después, desde la pequeña ciudad oasis de Dunhuang, se transitará a lomos de un camello por el desierto, para descubrir el fascinante Magao Thousand Buddha Cave Complex, con más de 500 grutas talladas en la roca que albergan en su interior esculturas y representaciones del arte religioso budista.
Un espacio de introspección
Jiayugaun es otra de las paradas de la milenaria ruta. Está en la parte mejor conservada de la Gran Muralla China y fue construida durante la dinastía Ming. El viajero tendrá aquí una oportunidad perfecta para experimentar la intensidad del interminable desierto de Gobi, un momento que suele inducir a la introspección y a la meditación.
A primera hora del noveno día comenzará el trayecto final de 14 horas, por las vías del “Techo del Mundo”, hasta Lhasa. El servicio tiene previsto insuflar oxígeno suplementario por el sistema de ventilación, aunque también proveerá máscaras de oxígeno individuales por si fueran necesarias.
En Lhasa se hospedarán las tres noches en el lujoso hotel cinco estrellas The St. Regis Lhasa Resort, el más cotizado de la zona. Durante los dos días siguientes, los viajeros visitarán los cuatro puntos fundamentales de la ciudad: el Norbulingka, palacio de verano del Dalai Lama, construido en 1740; el imponente Palacio de Potala, morada de invierno, construida en 1645; y el Templo Jokhang, construido en el siglo VII, que contiene una estatua de Sakyamuni Buda, quizás el objeto de mayor veneración en Tíbet.
También habrá tiempo para un recorrido por el Mercado de Barkhor, que ya en el siglo XII era lo más animado de la región. Hoy continúa siéndolo.
Por su excentricidad, sus paisajes extremos y su recorrido milenario, el servicio del Shangri-La Express es sin dudad uno de los itinerarios turísticos más exclusivos del mundo. ■